Un cumpleaños, en teoría, debería ser una celebración enorme, y este calificativo no es sinónimo de cantidad sino de calidad, de emotividad, de compañía, de empatía; una reunión con los seres queridos que casi no frecuentas, tal vez comiendo tu postre favorito, degustando tu comida preferida, conociendo algún lugar soñado, o disfrutando a cada uno de tus familiares/amigos, tal cual le pasó a Branko (Jerry Velázquez) en su aniversario número 25.
Cuando ingresas a la Sala A de La Teatrería observas en el escenario que cada uno de los actores están en una especie de círculo conviviendo, platicando entre sí, y confieso que ansiaba escuchar un poco de lo que hablaban para poder adentrarme a la historia, aunque no hayan dado la tercera llamada, pero no se pudo, la gente a mi alrededor no me lo permitió del todo.
Y es que el punto de partida de "Mi Hijo Sólo Camina un Poco Más Lento" es la fiesta que le ha organizado Mía (Montserrat Marañón) con varios invitados, desde la abuela a quien extraña al amor de su vida y en ocasiones, extraña sus recuerdos; el padre ausente; la hermana que pide a gritos silenciosos más atención; el abuelo que parece un fantasma; los tíos con mil problemas en sus hombros; hasta los amigos que traen un halo de felicidad, de luz, de paz.
La dirección de Diego del Río pone hincapié en la aceptación de nosotros mismos, en lo que somos, en lo que tenemos, en lo que estamos dispuestos a luchar para ser felices; todo esto a través de una línea de acción, porque ningún intérprete, incluso cuando no está participando activamente en el desarrollo de la narrativa, abandona el escenario, todos estamos observando lo que sucede al centro de él, desde su asiento.
Confieso que no sé qué le pasa a Velázquez, siendo el foco de atención de esta historia, lo sentí dormido, en las pocas participaciones que tuvo, simplemente "cumplía", lo realizaba de una manera básica, hasta que llegaron los minutos finales fue cuando lo percibí entregado, demostrando lo que puede llegar a hacer con ese personaje que, en teoría es el protagonista de esta historia.
Cuando ingresas a la Sala A de La Teatrería observas en el escenario que cada uno de los actores están en una especie de círculo conviviendo, platicando entre sí, y confieso que ansiaba escuchar un poco de lo que hablaban para poder adentrarme a la historia, aunque no hayan dado la tercera llamada, pero no se pudo, la gente a mi alrededor no me lo permitió del todo.
Y es que el punto de partida de "Mi Hijo Sólo Camina un Poco Más Lento" es la fiesta que le ha organizado Mía (Montserrat Marañón) con varios invitados, desde la abuela a quien extraña al amor de su vida y en ocasiones, extraña sus recuerdos; el padre ausente; la hermana que pide a gritos silenciosos más atención; el abuelo que parece un fantasma; los tíos con mil problemas en sus hombros; hasta los amigos que traen un halo de felicidad, de luz, de paz.
La dirección de Diego del Río pone hincapié en la aceptación de nosotros mismos, en lo que somos, en lo que tenemos, en lo que estamos dispuestos a luchar para ser felices; todo esto a través de una línea de acción, porque ningún intérprete, incluso cuando no está participando activamente en el desarrollo de la narrativa, abandona el escenario, todos estamos observando lo que sucede al centro de él, desde su asiento.
Confieso que no sé qué le pasa a Velázquez, siendo el foco de atención de esta historia, lo sentí dormido, en las pocas participaciones que tuvo, simplemente "cumplía", lo realizaba de una manera básica, hasta que llegaron los minutos finales fue cuando lo percibí entregado, demostrando lo que puede llegar a hacer con ese personaje que, en teoría es el protagonista de esta historia.
Y digo en teoría porque las fortalezas de este espectáculo son los personajes femeninos, tienen una gran potencia, muchas aristas, y te enamoras de los personajes, sobre todo el de Montserrat Marañón y Concepción Márquez; la primera me dejó impactado, sus tristeza, su depresión, su vida cristalina se ve reflejado en sus ojos, en su cara, posee un gran desarrollo; mientras la segunda, inmediatamente la quieres abrazar, te la quieres llevar, qué enorme actriz, y honestamente no me esperaba menos de ella, acapara el escenario con su presencia, con su voz, con su humildad.
Creo que yo, me ahorraría un par de personajes masculinos, y ojo, no es cuestión de género sino el efecto que poseen en la historia; estoy seguro que no pasaría mucho si se omitieran unos papeles que a mí gusto están de más y no porque lo hayan hecho mal pero no poseen tanta relevancia en el desarrollo.
¿Saben? Me hubiera encantado ver a Ana González Bello pero desafortunadamente no sucedió, creo que ella le hubiera impreso otro toque a Sara, darle otros tonos, y ojo, no digo que Angélica Bauter lo haya hecho mal, al contrario, la disfruté enormemente y le aplaudí por eso.
¿Saben? Me hubiera encantado ver a Ana González Bello pero desafortunadamente no sucedió, creo que ella le hubiera impreso otro toque a Sara, darle otros tonos, y ojo, no digo que Angélica Bauter lo haya hecho mal, al contrario, la disfruté enormemente y le aplaudí por eso.
Hay dos escenas que me fascinaron, que me rompieron emocionalmente y es cuando la abuela mantiene una conversación con su hija, muy fuerte pero que destroza; y la otra, cuando ésta rompe esa coraza que ha creado frente a su hijo.
Hablando de escenas, confieso que cuando llegó la última no entendía el porqué estaba ahí, ya que la anterior hubiera sido gran desenlace; pero cuando vi los últimos segundos, comprendí todo y lo mejor del caso es que fue sin palabras con un "simple movimiento" se me humedecieron los ojos y la verdad, lo agradecí.
Y estoy agradecido por esa oportunidad de ver este tipo de obras donde muestran a una familia sin caer en el estereotipo para reflexionar, para abrir los ojos, para movernos el corazón
Y estoy agradecido por esa oportunidad de ver este tipo de obras donde muestran a una familia sin caer en el estereotipo para reflexionar, para abrir los ojos, para movernos el corazón
"¿Dónde se respira el amor?"
MI HIJO CAMINA SOLO UN POCO MÁS LENTO
La Teatrería
Martes 20:30 h.
Dramaturgia:
Dirección: Diego del Río
Elenco: Montserrat Marañón, Concepción Márquez, Jerry Velásquez, Aida del Río, Pedro Mira, Anahí Allué, Rodolfo Zarco, Rubén Cristiany, Ana González Bello.