Términos como defensa, cuartos de final, director técnico y medio tiempo son palabras que no han sido parte de mi vida (ni lo serán) o si lo han sido, no les doy importancia por la simple razón que no me gusta este deporte tan singular donde se tiene que patear un balón para meter gol en la portería del equipo contrario (¡eso sí sé!).
Entiendo que habrá miles de personas que no estarán de acuerdo conmigo pero es la realidad, no me gusta, nunca me ha gustado y estoy seguro que nunca me enloquecerá esa actividad que muchos y muchas disfrutan con tan singular alegría que hasta no parpadean para no perderse ni un segundo de su equipo favorito.
Y pues sí, desde niño expresé mi aberración a este singular entretenimiento y pues todos dirán (y habrán dicho) qué raro que no le guste el futbol, pues no era tan raro, sólo que viviendo en una sociedad tan “pambolera” y machista a fuerza me tenía que gustar “casi casi” desde el día de mi nacimiento porque si no entonces seguro era “gay”. Como si la homosexualidad estuviera peleada con esta actividad deportiva, evidentemente no, hay varios que les gusta golpear la pelota con la mano en la cintura.
Hablando de jugadores me da igual si se llaman Pedrito, Pablito o Ponchito, no sé quiénes son; honestamente a los tres que conozco es a Cuauhtémoc Blanco por su singular manera de hablar tan elocuente y por sus chismes baratos con varias disque “estrellas” de la farándula mexicana; Giovani Do Santos por su romance “atásquese que no hay para mucho tiempo” con Belinda; y evidentemente, Memo Ochoa y no pregunten la razón.
No odio la publicidad, para nada, pero desde muchas semanas antes que el mundo (casi) entero se paralice con la inauguración del Mundial, nos tiene atiborrados de imágenes, comentarios y musiquita en la televisión, radio, revistas y hasta en internet con detalles futbolísticos. Con decir que hasta los cines “prestarán” sus pantallas para observar los partidos que jugará nuestro o mejor dicho, su equipo nacional.
Y hasta por qué no decirlo, los programas que se etiquetan de espectáculos y chismes hablan de Sudáfrica, ¿cómo para qué? ¿Sólo para unirse a la fiebre futbolera? Acaso cuando fueron los premios Oscar los conductores deportivos abrieron un espacio para comentar y analizar a los ganadores…evidentemente que no. No entiendo por qué lo hacen, ¿no hay otros tópicos que se puedan comentar e informar?
Será un largo mes de tortura porque me guste o no será el tema de moda. ¿Sabes? no le deseo mala suerte al equipo nacional, mejor le mando mis mejores vibras a sus equipos rivales y que México no vaya a pasar (¿así se dice no?) para que la furia futbolística se vaya evaporando y ya no esté escuchando el corito mediocre de “Sí se puede” por toda la Ciudad de México.
No es que no esté orgulloso del país pero nunca he entendido como puede una persona estar 90 minutos (si no me equivoco) frente al televisor o en su defecto, en un estadio viendo como veintitantos jugadores patean un balón... de hecho, no puedo ver el fut ni dos minutos, me agarra el aburrimiento y bueno, con las vocecitas de los narradores que anuncian o el pan o el sorteo o el refresco o el banco o quién sabe qué otra cosa. ¡No, muchas gracias!
Si con decir que nuestro honorable presidente se sacrificará para ir a Sudáfrica para ver cómo juguetean sus connacionales, como si no hubieran problemas más importantes que resolver en nuestro país, pero si él cree que es necesario ir al otro lado del charco pues que le vaya bien, ya que aquí se resolverán (o no) los problemas que respiramos a diario.
Y por si no fuera poco, la SEP y las escuelas permitirán que sus alumnos y los profesores vean el futbol, claro, han de decir "si los niños tiene un buen nivel educativo y están al corriente en sus clases por qué no hay que premiarlos dejándolos ver un partidito", justificando que tomaron esa medida para que no haya ausentismo. ¿Y de ésta manera queremos que la educación en nuestro país mejore? Tal vez fui extremista pero considero que esta medida es muy tercermundista ¿ o será de alguien que dice que no le gusta el panbol?
Lo que sí tengo claro, es que tengo que respetar, cada quién sus gustos (buenos o malos), yo no seré parte de este Mundial 2010, cada quién es borreguito de algún corral pero definitivamente yo no seré borrego de ese gallinero que se celebrará en África.