El luto justifica la lectura


Primero, nos llegó la noticia del fallecimiento de José Saramago, y mientras el mundo de las letras y sus seguidores asimilaba dicho acontecimiento, la muerte de Carlos Monsiváis, unas horas más tarde, impactó a más lectores sobre todo mexicanos. 

Ahora, y no es por ser ave de mal agüero, pero como ya es sabido y como dicta la leyenda urbana que "se van de tres en tres", es decir, que falta uno en irse, esperemos que en esta ocasión sea la excepción que confirme la regla.

Pero mientras ocurra lo que tenga que pasar, los homenajes post mortem que se les realizarán a los escritores estarán a la orden del día y qué padre que se los hagan, que hablen bien de ellos, que eran buenas personas, que eran excelentes amigos, que nadie escribía como ellos, que eran excelentes vecinos y todo lo que se incremente a la lista.

¿Servirán esas distinciones que se brindan a algún artista si ellos ya no están presentes y no pueden gozar de esos aplausos y gritos de alegría de sus fervientes seguidores y familiares? No digo que no se hagan, honor a quién honor merece pero por qué no hacerlo mientras ellos estaban "vivitos y coleando" por qué no aprovecharlos cuando estaban lúcidos y nos otorgaban todo esas letras en una hoja para hacernos llorar, reflexionar o reír.

No estoy diciendo que este sea el caso pero ha ocurrido- y tal vez seguirá

sucediendo- que mientras las personas estaban vivas nadie los "pelaba" o no los aprovechaban para aunque sea decirles cuánto nos agradaban pero inmediatamente que fallecían, todo el mundo hablaba -por lo general, bien- de ellos.

Está muy bien que se realicen este tipo de reconocimientos por el legado que dejaron, por las millones de palabras que expresaron, por los cientos de mensajes emitidos y miles de párrafos que muchos de sus seguidores ha leído, están leyendo y los que no lo han hecho, seguramente lo harán ya sea para conocer más de ellos, saber de quién habla todo el mundo o por la publicidad que -seguro- habrá de las editoriales.

¡Ahh! Porque estoy seguro (y táchenme de pensar mal) que aprovecharán de estas muertes para incrementar sus ganancias... o ¿sólo lo harán para aumentar los asiduos a la lectura? Y muchos dirán con tal de leer un libro de Carlos Mosiváís o José Saramago vale la pena pero ¿El fin justificará el medio?

Yo lo digo porque ante el fallecimiento de "Monsi" nuestro presidente emitió sus condolencias, pero al menos habrá leído alguno de sus libros... no lo creo. Mejor yo me callo y dejo de escribir porque tengo algunos libros pendientes que leer y sí, en efecto, son de Saramago.