Lo anormal de La Otra Familia


Algunos me decían que parecía videohome, otros que les había encantado y muchos que no se habían quedado satisfechos con lo expuesto en el filme así que decidí comprobarlo con mis ojos y fui a ver “La Otra Familia” y créanmelo que el director Gustavo Loza me quedó a deber demasiado.

Para quienes no sepan de qué les hablo, les comentaré que el largometraje narra la historia de Hendrix, un hijo de una cocainómana y un padre ausente, quien es rescatado por una pareja de dos hombres que al transcurrir el tiempo deciden adoptarlo y criarlo en un hogar con armonía.

La publicidad generada alrededor de la película fue enorme y hasta me atrevo a decir que no hubo ningún medio de comunicación que no hablará del grandioso trabajo que se logró en pantalla y ni se diga en las calles, ya que toda la Ciudad de México se "vistió" con la cara de Bruno Loza.

¿Mencioné grandioso? Perdón, a mí no me lo pareció, fue un filme lleno de cliches, un guión forzado, el tono un tanto telenovelero, la mayoría de las actuaciones acartonadas salvo algunas como la del hijo del director, quien proyecta una empatía con la cámara divirtiéndonos con su carisma y logra ganarse al público inmediatamente.

¿A quién se le ocurrió encabezar el reparto con Jorge Salinas? Para empezar eso suena muy mal y hasta de pésimo gusto ya que el papel de "Jean Paul" le quedó muy grande, su interpretación sumamente plana, no se le cree ni una sola palabra y hasta me atrevería a decir que estorba en la pantalla; en cambio Luis Roberto Guzmán cae en el típico cliché del gay, no podía faltar eso, eso sí, le sale "naturalito" pero cabe mencionar que es un poco más convincente que su pareja de actuación.

Silverio Palacios logra llenar los zapatos de un jardinero de una forma digna, responsable y aunque tiene pocas escenas con sus gestos y "caras" mantiene viva la chispa de la cinta; cabe mencionar que hay una escena entre él y el niño Loza de lo más genial, creo que es una de las pocos diálogos disfrutables de “La otra Familia”.

Carmen Salinas no tiene personaje, se interpreta a ella misma; Ana Serradilla está demasiada gris; Dominika Paleta muy convincente y cumple; en cambio, no puedo dejar a un lado a Nailea Norvind, no tengo nada que reprocharle, creo que es la mejor actuación del largometraje, el personaje está bien proyectado con intensidades que van más allá de una madre adicta al crack que no le permite estar con su hijo por más que quiera.

Acepto que en este párrafo seré lo menos objetivo ya que la actuación (demasiado corta para mi gusto) de Luis Gerardo Méndez me dejó con un buen sabor de boca, excelente presencia, agradable en pantalla y bueno, no dudaría que si a él le hubieran otorgado el “rol principal” lo hubiera hecho mucho mejor, creo que ya se merece una oportunidad de ese tamaño.

Respecto a la temática creo que es un gran avance hablar sobre la adopción homoparental y en eso felicito enormemente al filme pero en general, la película no termina de cuajar, es un tanto pretenciosa si con decir que si se observa los primeros cinco minutos de la historia es muy probable que se descifre cuál será su final.

El día en que este tipo de películas dejen de escandalizar fibras demasiado sensibles y les quitemos la venda de los ojos a algunos sectores como los religiosos estaremos dando un paso enorme como sociedad y dejaremos atrás estigmas llenos de "polvos cerebrales" que sólo nos hacen daño.

Aquí está el video de la canción que escribió Benny para la peli: