Así es, no me gustaba el futbol, me chocaba ensuciarme y tenía pocos amigos. Y creo que en la actualidad sigo siendo así, sólo que con la pequeña diferencia que sí tengo amigos, varios, no muchos, yo diría que los suficientes.
En pleno mes del niño, empezó a invadirme la nostalgía y traté de recordar mi infancia y aunque siempre presumo de tener buena memoria, ésta vez me falló, asumo mis lagunas mentales, sí me acuerdo de varias cosas pero de la mayoría tengo que “escarbarle” para que aparezcan algunas imágenes.
Siempre fui muy goloso por eso estaba como estaba y con justa razón, ya que en ocasiones hacía una mezcla extraña de todos los diferentes tipos de dulces que encontraba a mi paso, desde Tamaroca mezclado con Freskas y Krish Krash, con un poco de Brinquitos, chamoy Miguelito, y si se podía un poco de Duvalin, Pecositas, Burbusodas y bueno, otras golosinas que –posiblemente- ya pasaron a mejor vida.
Mis caricaturas favoritas eran Alvin y las Ardillas, Los Snorkels, Los Pitufos y Los Muppets Babbies, mientras que Mickey Mouse era mi personaje favorito, creo que lo sigue siendo pero ahora tiene mucha competencia así que se tiene que defender muy bien si no quiere que le quiten su trono.
Lo que sí me acuerdo y es hasta tema de conversación (a veces) en la sobremesa familiar, es un tráiler que me trajeron los reyes magos, el cual nunca jugué ya que mi papá no me dejaba porque se iba a maltratar y a descomponer; algo muy parecido le pasó a mi hermano. Cabe mencionar que aún tenemos los “carritos” pero evidentemente no los jugamos.
Y definitivamente esa época me marcó, ya que fue ahí cuando empezó mi interés por las revistas, sí en esa época era el Teleguía, Tvynovelas, Notitas Musicales y Eres; pero cabe aclarar que hoy en día, colecciono otro tipo de publicaciones mucho más interesantes y con mejor propuesta.
Así es, prefería leer una revista que salir a jugar; divertirme con juegos de mesa que con una pelota; me latía más Gloria Trevi que Metallica; ver Siempre en Domingo que caricaturas; vestirme con shorts que con pants. Creo que ahora me pudo calificar de ñoño.
No hay nada como la niñez: una época sin tanta responsabilidad, cero preocupaciones; creo que sí, tal vez extraño un poco eso pero cada época tiene su “jugo”, ese jugo que nos mueve y nos alimenta día a día para seguir gozando la vida como niños, con tal ingenuidad y alegría.
Posiblemente sí fui "anormal" pero bueno, quién ha dicho que ahora no lo siga siendo.