Suena muy fácil para quienes ya pasaron este puente generacional pero para quienes no o los que, como yo, aún lo están asimilando, es un poco complicado. Así es, hace un poco más de un mes llegué a el –famoso- tercer piso y apenas lo estoy digiriendo, sí es un bocado de pastel difícil de pasar.
Y hoy más que nunca recuerdo –y veo- capítulos de Friends donde hacen referencia a esto y créanme que me siento más que identificado, por ejemplo, cuando Rachel o Joey cumplen la edad innombrable, es como si yo me estuviera viendo en la televisión y mi "speech" fue casi el mismo, ¿alcanzaron a ver mi lágrima?.
Otra referencia que se me viene a la mente es la película “Efectos Secundarios”, donde se aborda el tema de una forma peculiar pero además al final, nos recomiendan qué hacer (y no) antes de cumplir los treinta y lo peor de todo es cuando te dicen felices 30 viejo… Ahora sí, seguro ya sintieron mi otra lágrima.
Y hablando de largometrajes no me puedo sacar de la mente una que sin dudas, tengo que mencionar, “El diario de Bridget Jones”, para quienes la hayan visto sabrán que trata de una solterona que su vida le ha dado una arrastrada en el entorno amoroso y de paso, en el laboral. Si ya sé que esto no me refleja, ¿o sí?, pero sí me causa cierta cosquilla y hasta se me hace un nudo en la garganta sobre todo cuando la protagonista canta "All by myself".
Obvio, antes de cumplir “esa edad” debía y tenía que ver la obra de “Confesiones de mujeres de 30” y sí me reí mucho, demasiado, creo que lo suficiente para entender algunas situaciones en escena que probablemente llegarán y algún momento experimentaré (de alguna forma) y cuando esto pase volverme a reír, espero.
Dicen que los 30s son los nuevos 20s y la verdad espero que así sea porque sí, los 20 años los disfruté al 100%, conocí muchas personas, algunas se quedaron otras no pero al fin y al cabo eso es lo padre de las relaciones interpersonales, que la vida te va quitando las personas que no debes tener a tu lado; ahora deseo que el tercer piso me dé muchísimas cosas positivas y aquí entre nos, lo empecé excelente, no me puedo quejar.
No es que no esté agradecido con la vida, destino y Dios de lo que tengo, al contrario hoy más que nunca me siento mejor, por una parte al haberme permitido llegar a esta edad, y véanme, ¿a poco no me veo como de 25, bueno de 27?