Ambas tenían su magia, la primera imprimía cierta incertidumbre porque jamás había pensado comer en un lavabo; y en la segunda, podía ver los árboles y la gente pasar mientras me tomaba un café americano con uno de los mejores strudel de manzana que he probado -cuya peculiaridad es la exacta porción de manzana y lo delgado de la pasta-.
Mi selección fue la segunda, aunque antes de pasar a la terraza es inevitable ver cada detalle del lugar, juegos de tazas para café y té, un violín, espacios de madera aparentemente desgastada, fotografías, elementos que puedes encontrar en cualquier casa, como la de Gabriela Biringer, dueña del lugar y quien le da vida a cada una de las creaciones de esta cafetería.
En Budapest, que se ubica arriba de la la concept store Common People y recrea el ambiente de los cafés húngaros, podrás encontrar desde las roscas de chocolate (isler), galletas de almendra (keks) y el famoso sacher (pastel de chocolate), hasta el quiche de cebolla y los pretzels preparados con granos gruesos de sal, es inevitable irse sin haber probado esta especialidad.
Para beber, no sólo hay café americano también está el espresso, capuchino, vienés y sin mencionar el vodka Uluvka, ojo, aquí no se vale dejar la bebida ya que por la singular forma de la copa es inevitable que se caiga, por lo que te recomendamos tomarla poco a poco, tal como digestivo, aclaramos, sin soltarla. Así que si andas en esta tienda de Polanco y un singular olor de pan recién hecho te llama la atención, puede ser sin duda, este lugarcito que no puedes dejar de visitar, te lo aseguramos.