Siempre hay una primera vez para todo (bueno, casi para todo), pero jamás pensé que yo asistiría a uno de los eventos rockeros más esperados por miles de personas, claro, menos por mí.
Y eso que ya me había salvado del Corona Capital 2012 y de la edición pasada del Vive Latino, pero este año no fue el mío, me tuve que quitar el "pop style" y lanzarme con la frente en alto a mi primera vez (y espero mi última), todo sea por el trabajo.
Y afortunadamente fue sólo un día, el día de la clausura, el día en que asisitieron más personas que los días anteriores, para mi suerte.
No es que no me gusten los conciertos, mucho menos la música, pero ir al incomodísimo Foro Sol a escuchar ritmos que no son mi hit, fue un gran logro, y los que me conocen se los pueden confirmar.
Como toda primera vez no sabía qué ponerme, obviamente no me iba a ir de smoking y mucho menos de mis colores favoritos; pero como hacía un poco de aire, lleve una chamarra rompevientos, unos tenis viejitos y unos pantalones de mezclilla que ya no quiero tanto.
En este enooorme recinto podías ver un poco de todo, desde el cuate sin camisa que bailaba al ritmo de Panteón Rococó empujando a quienes se les ponía enfrente, hasta la chava más fresa dando sus mejores pasos mientras Celso Piña tocaba el acordeón.
El olor a marihuana no se escapaba, a pesar de que estabamos al aire libre, y no es que me espante, pero si oliera a flores naturales o café recién hecho, no tendría bronca; pero ese peculiar aroma no lo soporto.
Conforme transcurrían los minutos y el sol que medio iluminaba el Escenario Indio se iba escondiendo, la gente no paraba de llegar para atascar el foro principal, y fue en ese momento que decidí retirarme, por salud mental
Ya había escuchado mucho ruido, visto muchas personas vomitando, olido diferentes substancias y ni siquiera tenía tan buena red para estar checando mi Fb o Tw, por lo que ya era hora de partir...
Pero ¡ahhh! no fue sencilla mi escapada, tuve que rodear el Autódromo Hermanos Rodriguez para salir, mientras caminaba mi largo trayecto que parecía no tener fin, veía un poco de todo, stands de ropa, puestos de comida, personas alcoholizadas, otras cantando y bailando sin parar.
Mientras yo ya quería respirar aire puro, muchas personas de fuera deseaban dar el afamado portazo, y para colmo, tuve que esperar un poco más mientras los policías
Después de no sé cuantos minutos caminando, llegué a la salida para lanzarme a mi casa, llegar en 40 minutos y seguir #Popeando mientras escuchaba (por enésima vez) el nuevo disco de Sasha, Benny y Erik.