En efecto, aquí se va a cometer un crimen, sí, todos lo sabemos y hasta podría decir que lo esperamos, pero lo importante es quiénes serán los protagonistas de este hecho y sobre todo la forma en que se realizará porque no todo es lo que parece, no todo lo que brilla es oro, y esto lo sabe muy bien Javier Daulte, creador de la puesta en escena “Criminal”.
La historia comienza cuando el psicoanalista de Diana, una mujer manipuladora y controladora, visita al especialista de Carlos, un codependiente de ciertas substancias, y rompe un secreto profesional para evitar que se cometa un crimen y a partir de esto la interrelación de cada uno de los médicos y sus respectivos pacientes te llevan por una montaña rusa llena de sorpresas, vueltas de tuerca e intrigas.
Esas intrigas que van de la mano de la desconfianza y sospechas que persiste en un matrimonio, el cual como todos tiene problemas, pero éste en especial lo llevan a un punto límite, a un grado que puede ser mortal para –quizá- alguno de ellos.
A pesar de que este texto fue escrito hace dos décadas, es muy actual, en éste se abordan mentiras e inseguridades que hacen que la pareja que vive en una desconfianza permanente tenga peleas, riñas y ¿reencuentros?
Para muchos la escenografía podría estar muy simple pero en definitiva está bien lograda, ya que con unos cuantos movimientos de divanes, iluminación y escenario giratorio, te logran trasladar de un consultorio a otro, de una situación a otra, porque en definitiva el mayor peso lo debe de tener las interpretaciones y sin duda se logra.
No hay que reprocharle nada a las actuaciones, sobre todo las de Arap Bethke y Moises Arizmendi, cada uno tiene un timming perfecto, su papel bien definido y a su vez, ayudan a sus compañeros para que las “terapias” logren su efecto y provoquen risas y sorpresas en el público.
El único "pero" que yo le pondría fue que la “pareja analizada” son argentinos (Fernanda Borches y Juan Martín Jaúregui) y cabe resaltar que no soy malinchista, simplemente en ocasiones por modismos, acentos o ritmo no les entiende y eso hace que de alguna forma se creen pausas en el texto, y para algunas personas, se pierda el hilo.
Aunque a mitad de los años 90, el thriller con tintes cómicos se montó por primera vez en Argentina, el director escénico Sebastián Sánchez Amunátegui hace que la creación de Daulte se mantenga vigente y la podamos disfrutar en el Teatro López Tarso desde el 30 de abril.