Confieso que aunque algunas de mis amigas me recomendaron
mucho esta fabulosa serie, no me llamaba la atención, pero creo que los tiempos
de Dios son perfectos y bueno, finalmente me la topé por Netflix hace
un par de meses y la disfruté dos años después de su decepcionante
final y creo que estuvo perfecto que la gozara de esta manera porque no
sé si hubiera podido esperar semana a semana y durante nueve años, cada uno de
sus capítulos.
Dirán que "How I met your mother" (Cómo conocí a tu madre) ya tiene varios años de haberse terminado, que la euforia ya se acabó
y que ya no tiene caso escribir sobre ella, pero no, al contrario vale la pena
porque aparte de que es un grandioso trabajo en pantalla, lo hago porque
simplemente me tocó, me movió de una manera que no me esperaba; desde los
primeros capítulos te identificas con algunas situaciones, personajes
o diálogos.
Aunque el amor es un tema primordial en el programa, la
amistad fue el eje central para que esta narrativa se llevara a cabo, el
quinteto formado por los eternos amigos de Ted: su modelo a seguir como pareja,
Lily (Alyson Hannigan) y Marshall (Jason Segel); Barney (Neil Patrick Harris), el soltero empedernido que
se la pasa conquistando a cualquier fémina que se cruce en su camino;
y Robin (Cobie Smulders), quien le traerá varios dolores de cabeza al
protagonista por ser su “objeto de deseo”.
Y pensar que todo comienza con una simple frase: “Chicos,
voy a contarles una historia, la historia de cómo conocí a su madre…”; pero
para quien no esté familiarizado con la emisión televisiva, les diré
que narra la vida de cómo Ted (Josh Radnor) conoció a su alma gemela y lo que
transcurre a lo largo de varios años con sus cuatro mejores amigos.
Así de simple pudiera ser la premisa pero ni la realización
ni la estructura de la serie lo es, porque juega con los tiempos perfectamente
y esto te permite ir armando un rompecabezas mental para acordarte de cada
situación, todo con tal de conocer la cara de la misteriosa pareja. Los
directores con base a un guión muy bien desarrollado y unas actuaciones más que maravillosas,
lo hicieron tan bien que cada temporada te dejaba intrigado de cómo es ella, de
cómo la conoció y de todo lo que tuvo pasar para que estuvieran juntos, aunque
al final…
Diálogos divertidos, situaciones ingeniosas con flash-backs
y esas paradas de movimiento con la voz en off del protagonista explicando cómo
ocurrió todo y dando consejos a sus hijos, fueron los ingredientes perfectos
para que te pudieras enganchar con esta singular historia de 208 capítulos.
El solterón con varios fracasos románticos (y me choca
encasillarlo de esta manera porque él es mucho más que eso), Ted, se lleva
todas las palmas, me identifiqué con él en el 90% de las situaciones y de los
parlamentos, y creo que eso ayudó en el éxito de la serie, que sin duda es tan
común lo que le está pasando y lo que está dispuesto a hacer, que te sientes en
su misma piel. Éste personaje es
EL personaje.
¿Qué puedo decir del final? Lloré como ninguna serie me
había hecho hacerlo, por todo lo que conllevaba, por la nostalgia, porque su
historia estaba a punto de terminar. Los finales de serie siempre son
polémicos; es difícil complacer a todo el mundo y si ese todo mundo esperaba
una conclusión digna de la historia, ¡imagínense!
(SPOILER ALERT) No, yo no odié el final, como miles de
personas lo hicieron, hubo ciertos aspectos que no me agradaron, obvio, como
cuando los hijos de Ted le dicen al final "entonces no se debió llamar
'Cómo conocí a su madre' sino 'Cómo siempre estuviste enamorado de la tía
Robin". ¿Es en serio? Considero que estuvo demás ese argumento, ¿para qué?
Al igual que la muerte de la protagonista, aunque no le
conocimos la cara hasta la última temporada, sabíamos que estaba ahí, que el
eje de esta narrativa era gracias a ella y para que en los últimos minutos le
expresaran “gracias por participar, ya te matamos”.
Los escritores no supieron qué hacer con Robin y Barney,
durante las dos últimas temporada, sobre todo la novena, ambos personajes, se
le fueron de las manos, no entiendo por qué no hubo una gran evolución, sigo
sin entender la razón que una veintena de episodios, abordaran el tema de su
boda para que a minutos antes que dieran por terminada la serie se dijera que
se habían divorciado.
Agradezco infinitamente que a Marshall y a Lily no los mataron
ni divorciaron, no los movieron del todo, los respetaron y creo que ese es el punto, la
coherencia del personaje, con lo que siempre fueron, detalle que no pasó con
todos.
Independientemente del controversial final, lo
importante es que el programa hizo lo suyo, movió sentimientos, causó miles de
risas e hizo que reflexionáramos acerca del amor y por sobre todas las cosas, la
amistad. Y eso vale oro.
“A veces las horas
pueden parecer minutos, y a veces, un sólo segundo puede durar toda la vida”.