
La
obra mexicana escrita por Mauricio Galaz y Juan Porras, narra
la si se puede llamar historia de una reencuentro de seis viejos
amigos que se reúnen en Acapulco para cerrar círculos, descubrir algunos
secretos y revivir momentos de adolescencia que los marcaron.
Debido a que existe alternancia en los personajes, la función que me tocó ver estuvieron: Gloria Aura (Macarena), Moisés
Araiza (Pepe), Efraín Berry (Claudio), Alberto Collado (Ángelo), Diana
Bovio (Alejandra) y tengo que hacer mención especial a Paola Gómez quien
realiza a Chiquitere por su dinamismo, energía y profesionalismo que irradia en
el escenario, en definitiva sobresale de sus compañeros.
Desde los
primeros minutos vi que esto no iba por buen camino y al terminar la obra, lo
confirmé, no existe una historia lo realmente fuerte para que pueda sostener
decenas de minutos y
lo peor aún es su ritmo, muy lenta, los obscuros se hacen eternos, y qué puedo
decir de la música, dicen que "el que mucho abarca poco aprieta" y esto fue lo que
sucedió aquí, no hubo un disfrute total de cada una de las canciones y no puedo
decir de todas ya que el Puberti Mix, el Final Mix, “El recuento de los daños”,
y "Cómo hemos cambiado" fueron las que se llevaron (al menos) mis palmas.
49 son los números musicales que mezclan más de 100 éxitos que no supieron cómo acomodar, y lograr atrapar a todos los nostálgicos de aquella época.¿Saben?, es muy extraño que cuando terminan de interpretar o cantar algún tema musical no haya ningún aplauso o esos que se dan aislados y eso es sumamente incómodo, hasta de “pena ajena”, ya que debería de motivar a unir las manos para emitir lo que provoca en el público y no sucede.
49 son los números musicales que mezclan más de 100 éxitos que no supieron cómo acomodar, y lograr atrapar a todos los nostálgicos de aquella época.¿Saben?, es muy extraño que cuando terminan de interpretar o cantar algún tema musical no haya ningún aplauso o esos que se dan aislados y eso es sumamente incómodo, hasta de “pena ajena”, ya que debería de motivar a unir las manos para emitir lo que provoca en el público y no sucede.

Sin dejar de
mencionar que en cuanto llegas a la Sala del Teatro México observas el
escenario e inmediatamente te remite a los 80, y en Santa Fe ves una
escenografía sin gran chiste, y a lo largo de las más de dos horas notas que hasta para los actores es complicado moverse en ese espacio.
Hay aspectos
que si chocan como que el ambiente se desarrolla en
Acapulco pero no lo parece y eso porque ellos lo mencionan pero si no fuera por
eso pudieran estar en China, Estados Unidos o Cuernavaca y no afectaría, el único momento que sentí que estaba en el puerto de
Guerrero fue cuando no se veía absolutamente nada en el escenario y se
escucharon unos graznidos.
Otro aspecto
que fue de pésimo gusto fue la situación del apodo del novio de uno de los
protagonistas (Angelo), ¿para qué referirse a él con un sobrenombre de una verdura (Apio)?, es muy evidente la referencia y casi al final de la obra lo confirmé. No sé por qué o para qué lo hicieron pero creo que estuvo de más.

¿Que si hubo
cosas positivas? Sí, pero fueron las mínimas y lo expreso
porque pudo haber sido un gran proyecto, teniendo buenas voces en el escenario, grandes actores, canciones que miles de personas tienen cariño, pero no puede ser que la historia de
telenovela no tenga rumbo, teniendo a Ocesa de respaldo, los mashups fallen,
los intérpretes sólo "cumplan" y más si le agregamos que tuve que sacar mi pasaporte para llegar al estado de Santa Fe.