Ésta es una de las frases que hasta el termino de la segunda temporada de "Frankie and Grace" se ha emitido sólo una vez pero que a lo largo de tantos capítulos de una manera muy sutil, entre líneas se repite en diversas frases, muchas actitudes y decenas de acciones que los protagonistas realizan entre ellos; y estoy totalmente de acuerdo, no importa cuantos años tengas o estés por cumplir, jamás será tarde para querer, para abrir de nuevo tu corazón, para mostrarte tal cual eres y esta serie lo confirma muy bien.
La historia narra la vida de Grace (Jane Fonda), una retirada magnate de cosméticos, y Frankie (Lily Tomlin), una hippie otoñal aficionada a las drogas, quienes se han tolerado toda la vida, nunca han sido las mejores amigas pero las circunstancias las obligan a convivir y peor aùn, a vivir juntas en una casa de playa.
En el primer capitulo, ellas se enteran que sus maridos son homosexuales y que, además, están enamorados entre sí, y si esto no fuera poco, han sido amantes durante 2 décadas y no solamente han decidido salir del clóset ante el mundo entero sino que desean casarse.
La serie de Netflix nos lleva a través del ajuste que deben enfrentar estas dos mujeres luego de recibir noticias tan fuertes de Robert (Martin Sheen) y Sol (Sam Waterston), y cómo todos los involucrados, incluidos los hijos de ambas parejas se tienen que adaptar al cambio de vida.
Una de las razones por las que vi este programa fue por su co-creadora Marta Kauffman, quien estuvo involucrada en una de mis series favoritas, "Friends", y fue, de alguna forma, la responsable para que hoy veamos este gran resultado que desde la primera temporada me atrapó a ciegas aunque el inicio de la segunda fue un poco incierto, se recuperó lentamente y ahora tendré que esperar la tercera, porque en definitiva habrá una tercera parte, al menos eso es lo que vimos en el magistral capítulo final.
Partiendo de la base que en una serie es muy extraño que los personajes principales no sean adolescentes, o adultos jóvenes, es un valor mayor ya que aquí los protagonistas no aparecen como el típico abuelo cascarrabias, la abuelita dulce o el viejo con demencia; sino son personas con intereses, sueños, problemas, miedos, que tienen toda la energía para salir adelante.
Es como si no existiese la vida después de los 60 años y aunque el mundo les recuerda constantemente que "su tiempo ya pasó", no es cierto, gracias a esta emisión muchos nos damos cuanta que cada minuto de vida vale muchísimo, y eso lo hacen posible Fonda y Tomlin, quienes realizan una mancuerna perfecta, tan distintas y tan parecidas al mismo tiempo que sin su profesionalismo, carisma, chispa, y forma de contrastar, la serie no tendría ningún sentido.
Aunado a ellos, hay cuatro personajes más en esta historia: Mayory, Coyote, Nwabudike siendo Briana interpretada por June Diane Raphael la que resalta sobre los demás, tiene un carisma impresionante, los comentarios que realiza en cada una de sus escenas están increíbles, muy disfrutables sobre todo la actitud que posee al final de la segunda temporada, ¡creánmelo!
Lo interesante, aparte del elenco, viene de la mano de esa reinterpretación de volver a construir una vida y sobreponerse a grandes cambios… aunque sea en la tercera edad, el cuarteto están retratado con mucho cuidado.
Una de las razones por las que vi este programa fue por su co-creadora Marta Kauffman, quien estuvo involucrada en una de mis series favoritas, "Friends", y fue, de alguna forma, la responsable para que hoy veamos este gran resultado que desde la primera temporada me atrapó a ciegas aunque el inicio de la segunda fue un poco incierto, se recuperó lentamente y ahora tendré que esperar la tercera, porque en definitiva habrá una tercera parte, al menos eso es lo que vimos en el magistral capítulo final.
Partiendo de la base que en una serie es muy extraño que los personajes principales no sean adolescentes, o adultos jóvenes, es un valor mayor ya que aquí los protagonistas no aparecen como el típico abuelo cascarrabias, la abuelita dulce o el viejo con demencia; sino son personas con intereses, sueños, problemas, miedos, que tienen toda la energía para salir adelante.
Es como si no existiese la vida después de los 60 años y aunque el mundo les recuerda constantemente que "su tiempo ya pasó", no es cierto, gracias a esta emisión muchos nos damos cuanta que cada minuto de vida vale muchísimo, y eso lo hacen posible Fonda y Tomlin, quienes realizan una mancuerna perfecta, tan distintas y tan parecidas al mismo tiempo que sin su profesionalismo, carisma, chispa, y forma de contrastar, la serie no tendría ningún sentido.
Aunado a ellos, hay cuatro personajes más en esta historia: Mayory, Coyote, Nwabudike siendo Briana interpretada por June Diane Raphael la que resalta sobre los demás, tiene un carisma impresionante, los comentarios que realiza en cada una de sus escenas están increíbles, muy disfrutables sobre todo la actitud que posee al final de la segunda temporada, ¡creánmelo!
Lo interesante, aparte del elenco, viene de la mano de esa reinterpretación de volver a construir una vida y sobreponerse a grandes cambios… aunque sea en la tercera edad, el cuarteto están retratado con mucho cuidado.