Así es, la actriz es la responsable que me haya reído en varias ocasiones durante la película "¿Qué culpa tiene el niño?", trabajo nacional que desde que salió a la luz yo le tenía un cierto rechazo porque se vislumbraba que era una churro, su fin es meramente entretener está muy lejos de buscar el hilo negro de la cinematografía, la típica mexicanada, y tal vez lo es, pero la disfruté mucho.
Narra la vida de una mujer de 29 años, la cual durante una boda en Acapulco se hunde en la fiesta y el alcohol, llevándola a amanecer con una cruda enorme pero hasta ese momento no sabe que un mes después su vida cambiará, ya que descubre que está embarazada y la paternidad cae en manos de quien menos se los espera: Renato (Ricardo Abarca), un nini de clase media que en efecto, posee buenos sentimientos pero que no tiene la madurez para mantener a un niño y menos ofrecerle el nivel de vida que Maru (Karla Souza) está acostumbrada.
Esta historia ya la han escuchado antes, niña rica conoce a chavo pobre, muchacha embarazada busca al padre de su hijo o las diferencias de clases sociales entre una pareja, y sí, recurre a muchísimos clichés pero lo que es una gran cualidad en este filme dirigido por Gustavo Loza (La Otra Familia), es la protagonista.
Desde que la vimos en "Nosotros los Nobles", y no es que eso haya sido lo primero que hizo pero sin duda el papel de Barbie la catapultó para estar en el ojo público; la artista demostró que tiene lo necesario para hacer reír al público y en esta ocasión no es la excepción, maneja muy bien el papel, lo cumple, hay un momento que me hizo llorar, lo acepto, pero esa naturalidad con la que maneja la comedia ayuda mucho, pero eso sí, le pido que no vuelva a cantar o al menos al ritmo de rap porque de plano no le queda.
El largometraje tiene los mismos personajes que hemos visto cientos de veces: la chica fresa y superficial, la familia rica y conservadora, la familia pobre y de pésimo gusto, y el chico humilde pero de buen corazón, que aunque no se toma con profundidad, ni siquiera está bien planteada, es una situación cómica y entretenida, así de simple.
Aunque no es un tema meramente original (recordemos "Ligeramente embarazada"), sí tengo que decir que hay suficientes chistes que funcionan en un ritmo bastante consistente para al menos no aburrirse en esta cinta cuya materia prima es la diferencia de edad y de estilo de vida.
En ocasiones posee un humor forzado, que sí, hay bromas atinadas, situaciones muy divertidas pero hay participaciones que de plano me quedaron a deber un poco como la de Jesús Ochoa, aquí entre nos, no le creí nada desde el primer minuto que aparece en la historia, lo sentí medio perdido; por su parte, Mara Escalante, madre soltera que posee un lenguaje muy peculiar, le es muy difícil salirse de Doña Lucha, el cual lo maneja muy bien, pero aquí lo vuelve a realizar con otros elementos que en efecto, la mayoría de las veces causan risa pero al final no tiene un verdadero trasfondo.
Los actores de soporte, en especial, los amigos de la pareja de nuevos padres, Daniela (Fabiola Guajardo), El Cadáver (Biassini Segura) y en especial Paulina (Rocío García) están increíble, sus actitudes, su forma de ver la vida, el tratamiento que le dan a sus personajes ayudan mucho en la historia.
Hay algunas secuencias que parecen paja, hay otras escenas bien logradas, hay líneas que se sienten metidas con calzador pero tengo que decir que el final sí me agradó, no podría decir lo contrario, me pareció divertido, el cual podría dar pie para una segunda parte...