Tres décadas se dicen fácil pero para nada lo son y si no me creen pregúntenselo a Edith Márquez, quien celebró en grande su trayectoria artística en el Auditorio Nacional teniendo invitados especiales, diferentes géneros musicales, un sinfín de emociones, tal como se titula su tour, pero como en todo, también uno que otro desacierto pero que, soy franco, no mancharon este espectáculo.
Y no, no hablo de los pequeños detalles de audio que hubieron en el Coloso de Reforma, estos los puedo tolerar, o en el vestuario que portaba la artista, sino que no interpretó varias canciones que esperaba como "Cuando grita la piel", "Me voy", "La memoria del corazón", "Aprende de mí", "Esta vez", "Que corra el aire", ¿le sigo?… Ni modo esa fue mi fantasía.
El concierto inició a las 8:15 de la noche con "Acostúmbrame al cielo" "Por tanto hablarle de ti" y "Dejémoslo así" para darle paso a la primera sorpresa de la noche: David Bustamante con quien interpretó "Tatuajes", tema incluído en el más reciente material del artista español.
Antes de dar paso a la siguiente invitada, escuchamos "Ese beso", "No te preocupes por mí" y "Entre ella y yo"; inmediatamente después los colores amarillo y azul iluminaron el escenario para recibir a Alix Bauer con quien cantó éxitos del extinto grupo Timbiriche: "Me estoy volviendo loca", "La vida es mejor cantando", "México" y de regalo para todos los progenitores presentes: "Hoy tengo que decirte papá".
Mientras que Edith se cambiaba de vestuario, tuvimos que escuchar un mashup interpretadas por sus músicos "Corazón partío", "Yo quiero estar contigo" y "Vivir la vida".
Antes de oír a la mexicana entonar música vernácula, se escucharon las notas de "A quien quiero mentirle", en una versión muy interesante y disfrutable, acústica y llena de gran interpretación.
Tengo que confesar algo, que los que me conocen saben perfectamente, a mí no me gusta el mariachi, por lo que cuando llegó al escenario no fue muy placentero y no digo que Márquez no lo hizo bien, pero considero que abusó de este tipo de temas.
Y no, no me malinterpreten no pongo en tela de juicio, ni pondré, su talento, su voz, su interpretación, su perfeccionismo en realizar sus conciertos sino lo que para mí fue un desequilibrio, en lo personal, me hubiera gustado escuchar más canciones que la han puesto en el lugar donde se encuentra ahorita y no tantos "refritos".
De esta manera, escuchamos algunos temas como "Llamarada", "Sin él", "Que no se rompa la noche", "Costumbres", "La gata bajo la lluvia", "Sombras" y "¿Quieres ser mi amante?", ésta última en un extraordinario dueto con Fernanda Castillo.
El ritmo cambió un poco y la banda apareció para que Edith Márquez entonará canciones como "¿Por qué me habrás besado?, "Mi fracaso", "Basta ya", "Maldita sea" y la última, antes del ya conocidísimo encore: "Qué sabe nadie".
Era imposible que la gran intérprete se fuera sin hacernos cantar y vibrar con "Mi error, mi fantasía" y "Mírame" y así fue, regresó con un vestido rojo con detalles plateados para hacer que nuestra piel se enchinara, una vez más.