Tal vez no tenga mil pretextos para detestar a Ticketmaster pero sí muchísimas para tratar de no ocuparlo, siempre es un dolor de cabeza, que si las preventas, que si su sistema, su página web, su servicio telefónico...
Para empezar, es casi un monopolio, tiene prácticamente todos los espectáculos que el 99% de las personas quieren ir y sí en efecto, ya sé que existen otros servicios como Superboletos pero ultimamente no lo he necesitado porque simple y sencillamente sus eventos no me interesan (hasta ahorita) y Ticketmaster se aprovecha de esto, obviamente, acaparando eventos de música, teatrales, deportivos, etc.
Es por tal motivo que evito a toda costa pagar online, prefiero darme un tiempo para ir a los recintos pertinentes siempre y cuando no sea Kabah, Carlos Rivera o Laura Pausini, porque ahí sí quiero hasta adelante y pagar los cargos… sí, esos cargos por servicio, cuando el servicio es de tercer mundo y no posee ninguna tecnología de punta.
Y aquí tengo que hacer una mención especial a los vendedores de la taquilla del Auditorio Nacional, en todas las ocasiones que he comprado, una vez me han atendido bien, siempre tienen mala cara, una actitud de flojera, como si ellos te estuvieran haciendo un enorme favor, ¡qué grave error!
Y aquí tengo que hacer una mención especial a los vendedores de la taquilla del Auditorio Nacional, en todas las ocasiones que he comprado, una vez me han atendido bien, siempre tienen mala cara, una actitud de flojera, como si ellos te estuvieran haciendo un enorme favor, ¡qué grave error!
Y esto, me remite al tema de las "benditas" preventas que si bien es elitista ya sea ha hecho tan común que nos acostumbramos a ellas pero honestamente es un robo y obviamente lo realizan para sacar más dinero, claro, no son hermanas de la caridad. Y aunado a esto, "nunca de los nuncas" podrás conseguir los mejores boletos. Estos los tienen reservados para clientes y compromisos con personas que ni siquiera son fans, pero van a recibir los mejores lugares por tener el contacto correcto.
También existen otros lugares (gracias a Dios) como La Teatrería que tienen su propio sistema de boletaje, mucho más fácil, sin tanto rollos y sin cargos.
Además, hay boletos que puedes imprimir, es ecológico pero también tienen una gran desventaja, debes necesitar una muy buena impresora para estar tranquilo con tu compra. Si la hoja sale manchada, o camino al concierto empieza a llover y se mojan, se corre la tinta y no pasarán en el escáner; pero no es tan padre para los que como yo, guardan su memorabilia, un gran valor sentimental, y guardar una hoja impresa en casa le quita mucho valor. Cabe mencionar que con la impresión de boletos en casa se están ahorrando -con todo y que te cobran cargos de servicio- mucho dinero, pero esos ahorros sólo benefician a sus bolsillos.
Y también hay que mencionar que los cargos por servicio no son reembolsables, así es, en nuestro país solo sucede que le regalas más dinero sólo por existir, por poner un ejemplo, cuando se cancela un concierto en Estados unidos te devuelven todo, incluyendo los costos de servicio, ¿por que aquí no?
Y siguiendo con su gran servicio, si has llamado a la vía telefónica, me darás la razón, su atención es pésima, tienes que tener una paciencia grandísima para que un asesor te conteste y eso, imagínate que no tienes urgencia porque si no…olvídalo. El menú del centro de atención telefónica es infinito. su centro de atención telefónica está llena de personas mal educadas y sin cortesía que se esconden tras el anonimato de un call center.
Todos parecen estar de acuerdo en odiar este servicio, que sí, amamos los conciertos, obras, espectáculos deportivos pero odiamos a quien brinda el servicio de la compra de boletos, ¿o a caso estoy en un error?