Reducir a un calificativo una película que te encantó, que te hizo pensar, que te conmovió hasta las lágrimas, que saliendo de la sala no dejabas de hablar de ella, incluso varias horas después sentías una vibración muy especial al recordarla; sería totalmente irresponsable de mi parte, y no quiero decir que "Extraordinario" posee en el título la "penitencia" porque además tiene varias aristas, ha dejado una huella en mi vida por la historia, por cómo se aborda, por los personajes, por las interpretaciones, por los mil y un mensajes que escena tras escena te van plasmando.
El film nos cuenta la historia de Auggie Pullman (Jacob Tremblay), un niño con una deformidad craneofacial que se ha sometido a más de 20 cirugías por su compleja condición y nunca ha asistido a la escuela y es su mamá, Isabel (Julia Roberts) la encargada de brindarle educación; pero ella decide que a sus 10 años, él debe asistir al colegio para que inicié a interactuar con personas de su edad y darle una vida lo más común que se pueda.
Sin embargo, en un mundo lleno de apariencias, de estereotipos e imágenes de revista, Auggie empezará a luchar contra corriente para demostrar quien verdaderamente es, un chico como los demás, tan (extra)ordinario como cualquiera, que le gusta hacer bromas, que sueña con ir a la Luna, es un experto en ciencias y en Minecraft y además, juega en su X-Box con su papá.
Con esta premisa, seguramente se te hizo un nudo en la garganta igual que a mí cuando vi el tráiler y hasta, confieso, no quería verla porque de alguna manera sospechaba que iba a remover muchas cosas y lo hizo, y al doble, pero ese no es el punto importante, sino que este filme dirigido por Stephen Chbosky es una lección de vida, que en sus cientos de minutos que transcurren hay detalles que aplaudes, palabras que te conmueven y acciones que te dejan una sonrisa de oreja a oreja.
Sin embargo, en un mundo lleno de apariencias, de estereotipos e imágenes de revista, Auggie empezará a luchar contra corriente para demostrar quien verdaderamente es, un chico como los demás, tan (extra)ordinario como cualquiera, que le gusta hacer bromas, que sueña con ir a la Luna, es un experto en ciencias y en Minecraft y además, juega en su X-Box con su papá.
Con esta premisa, seguramente se te hizo un nudo en la garganta igual que a mí cuando vi el tráiler y hasta, confieso, no quería verla porque de alguna manera sospechaba que iba a remover muchas cosas y lo hizo, y al doble, pero ese no es el punto importante, sino que este filme dirigido por Stephen Chbosky es una lección de vida, que en sus cientos de minutos que transcurren hay detalles que aplaudes, palabras que te conmueven y acciones que te dejan una sonrisa de oreja a oreja.
Uno de los aciertos que posee este filme es que se puede observar la historia no sólo desde la perspectiva del protagonista sino también de varias personas que lo rodean y ver cómo sus vidas se van modificando poco a poco gracias al personaje principal.
Las actuaciones son increíbles, empezando por Jacob Tremblay a quien conocimos en "La Habitación" y ahora realiza un papel, tal vez, más difícil, sumamente complejo y se agradece, que nos haya envuelto en su vida, en su historia, en su mundo creando un niño que intenta aspirar a una vida normal a pesar de las groserías, acciones hirientes, rechazos y otros detalles nada dignos de llamarse "ser humano". ¡Gran caracterización!
Julia Roberts está como nunca, ella es el tronco de la familia quien cubre a su núcleo, le da sombra, protección y acobijo, especialmente a su hijo, es muy difícil no ponerse en sus zapatos, entiendes por todo lo que está pasando, gracias a sus gestos, movimientos, caricias; lo dicen todo. Por su parte, el trabajo de Owen Wilson me gustó y para que yo mencioné que lo hizo bien es porque realmente realizó una gran desarrollo, créanme, no es de mis actores favoritos pero aquí está respetable, como padre del niño.
No pudiera dejar a un lado a la primogénita de la familia realizado por Izabela Vidovic porque es una pieza muy importante en este retrato, tiene buena química con los tres anteriores y eso se transmite, su trabajo es digno, te emociona y te envuelve, en su "otra historia".
Julia Roberts está como nunca, ella es el tronco de la familia quien cubre a su núcleo, le da sombra, protección y acobijo, especialmente a su hijo, es muy difícil no ponerse en sus zapatos, entiendes por todo lo que está pasando, gracias a sus gestos, movimientos, caricias; lo dicen todo. Por su parte, el trabajo de Owen Wilson me gustó y para que yo mencioné que lo hizo bien es porque realmente realizó una gran desarrollo, créanme, no es de mis actores favoritos pero aquí está respetable, como padre del niño.
No pudiera dejar a un lado a la primogénita de la familia realizado por Izabela Vidovic porque es una pieza muy importante en este retrato, tiene buena química con los tres anteriores y eso se transmite, su trabajo es digno, te emociona y te envuelve, en su "otra historia".
No sé si es la edad, lo sensible que me he vuelto o realmente si este filme merecía que emitiera tanta lágrima pero lo que sí estoy seguro es que te conmueve, desde los primeros minutos, hace mucho que no lloraba tanto en el cine, según yo, fue cuando vi el producto dirigido por Nick Cassavetes, "La decisión más difícil", protagonizada por Cameron Díaz y Abigail Breslin, y aquí fue un mar de lágrimas cada 5 minutos pero afortunadamente en "Extraordinario" te dan momentos comedia que ayudan para que de alguna manera se aligere la intensidad de la historia.
Lo único que no me gustó de este largometraje fue que hacen contadas referencias a Star Wars, y no las entendía, porque la verdad esa saga nunca me ha llamado la atención, no he visto ni 5 minutos de alguna película y lo mejor de todo, no tengo intención de hacerlo; pero tengo que admitir que es justificado.
En definitiva, la historia basada en el libro "Wonder: La Lección de August", te mueve muchas fibras, es conmovedora y extraordinariamente positiva mostrando facetas que algunos hemos pasado pero que al final del camino la fuerza y el amor serán el camino para superar los temores que van naciendo entre nosotros.