Sé perfectamente que así no va el dicho pero después de haber visto la obra creada por Pablo Messiez y dirigida por Cristian Magaloni, "Los Ojos", tuve que modificarla porque la puesta en escena pone de manifiesto una realidad en la cual los sentimientos y el aspecto físico toman un lugar muy importante, sino es que determinante, en la toma de decisiones para definir el futuro.
El texto te enamora, te cautiva y te deja un grato sabor de boca y aún más, después de esperar tanto para verla porque desde que se estrenó temporada en noviembre pasado moría de ganas de disfrutarla pero no fue hasta que llegó este año y me regaló la oportunidad de hacerlo y vaya manera de iniciar mi maratón anual en el Foro Lucerna del Teatro Milán.
La historia aborda la vida de Nela, una joven que se considera una mujer fea y que está enamorada de Pablo, un chavo ciego al que sirve de lazarillo, pero elmágico e inexplicable encuentro con una doctora le da la posibilidad de recuperar la vista. Ante esta situación, su novia intentará evitarlo para que su amado no descubra su verdadera imagen.
Los primeros minutos, mejor dicho, segundos, nos adentran de la psique del personaje de Roberto Beck de una manera tan esencial, tan básica que quisieras que se acabara pero al mismo descubres que en efecto, te puedes poner en sus zapatos pero nunca sentirás lo que él ha vivido durante años y créanme que al actor desarrolla muy bien su rol, desde sus momentos amorosos, hasta cuando platica con la suegra o se "rebela" con la doctora.
El texto te enamora, te cautiva y te deja un grato sabor de boca y aún más, después de esperar tanto para verla porque desde que se estrenó temporada en noviembre pasado moría de ganas de disfrutarla pero no fue hasta que llegó este año y me regaló la oportunidad de hacerlo y vaya manera de iniciar mi maratón anual en el Foro Lucerna del Teatro Milán.
La historia aborda la vida de Nela, una joven que se considera una mujer fea y que está enamorada de Pablo, un chavo ciego al que sirve de lazarillo, pero el
Los primeros minutos, mejor dicho, segundos, nos adentran de la psique del personaje de Roberto Beck de una manera tan esencial, tan básica que quisieras que se acabara pero al mismo descubres que en efecto, te puedes poner en sus zapatos pero nunca sentirás lo que él ha vivido durante años y créanme que al actor desarrolla muy bien su rol, desde sus momentos amorosos, hasta cuando platica con la suegra o se "rebela" con la doctora.
La pareja de Pablo es interpretada por Assira Abbate quien realiza un buen trabajo como la "fea", devota de la virgen, ella cumple con su cometido, es exacta, un tanto minuciosa, aunque en algunas escenas finales sentí que sus reacciones eran repetitivas y hasta "estorbaban" en el desarrollo de la trama.
Siendo un tema delicado no caen en la sensibilería, al contrario, usan el humor negro, en especial del personaje de Sara Nieto, la madre de la protagonista quien se llevó mis respetos y ojo, no estoy diciendo que los demás no los tuvieron pero el rol que interpreta al tener una visión muy especial de la vida, la forma tan cínica, directa y penetrante en que se desarrolla te pone a reflexionar.
No podría dejar a un lado a la especialista en ojos, interpretada de una excelente manera por Ana Kupfer, no sabemos cómo, por qué y para qué llega ahí, pero lo hace y llega a refrescar un poco el tono en que van ocurriendo las cosas y se agradece.
No podría dejar a un lado a la especialista en ojos, interpretada de una excelente manera por Ana Kupfer, no sabemos cómo, por qué y para qué llega ahí, pero lo hace y llega a refrescar un poco el tono en que van ocurriendo las cosas y se agradece.
La manera de finalizar no me gustó, no digo que el monólogo de uno de los personajes no es una joya, lo es y muy plaudible, el detalle fue las decisiones que toman los personajes principales. Siento que el autor no pudo resolver el final y fue lo primero que se le vino a la mente. Eso no me latió. Aunque sí, lo acepto, yo me imaginaba que terminaría de otra manera y ¡zas!, me sorprendieron.
En un mundo empeñado en decirnos que lo esencial en las personas son sus sentimientos, y a veces este mismo universo se contrapone, "Los Ojos", más allá de dejar mensajes en relación a la belleza física, que lo hace, es un texto que te pone a reflexionar acerca de lo que somos hoy, de las decisiones que tomamos.
"Yo me entiendo mejor con el pasado"