Grinder: Del ligue cibernético al escenario

Ya todos saben qué es el Grindr y para quien lo desconozca diré que es una aplicación de ligue gay, en el cual, como en todo, se dan (des)encuentros,  existen un sinfín de máscaras, conversaciones directas, otras cuantas interminables, historias de "one night stand", textos subidos de tono, en fin, todas las letras y contenido fueron puestos en una licuadora por Davo Marín y Serena Altair y la mezcla obtenida se plasmó en un papel para crear "Grinder El Show".

Después de media hora de la hora pactada e impresa en el boleto, y en medio de un olor raro que te recibe la sala del Teatro Wilberto Cantón, inició un show, porque en efecto, a este espectáculo dirigido por Salvador Nuñez,  sería erróneo llamarlo obra de teatro sino es más bien un cabaret que inicia de una manera no tan energética, presentando a los cinco estereotipos en el mundo gay: el pasivo, el de clóset, la "musculoca", "el influencer" y el busca novio.

Cabe mencionar que la puesta en escena que está protagonizada por José Ahued, Fernando Soberanes, Pablo Rodríguez, Julis Granados, Rogelio Suárez y Joss Martell (estos dos últimos sobresalen por mucho de los demás, cautivan, transmiten y entretienen de una manera más orgánica) ; posee temas originales de principio a fin, adaptados por el extraordinario Diego Medel.  

Tengo que ser honesto, no me gustó el desenvolvimiento de la única mujer en el escenario, Tanya Valenzuela representando a la mismísima Grinder, un tipo de drag queen con ningún pelo en la lengua, acompañada de su polla (un pollo de plástico), quien se dedicar a mofarse de todos y con todo, guiar a cada uno de los personajes por este ligue cibernético y descubrir detalles que a simple vista no se ven; y no me lo tomen a mal, no tengo nada personal en contra ella, creo que el personaje está engolosinado, desproporcionado, en ocasiones, cae en lo vulgar, es  "too much". 


Para mí hubo dos grandes momentos en este show: cuando vemos interpretar  a Rogelio Suárez su número "Pasivo", es extraordinario, sabe moverse cautivando al publico, y se percibe que ya tiene grandes tablas en los musicales como por ejemplo: "Eres bueno Charlie Brown", Bule, Bule el Show", "Hoy No me Puedo Levantar" y actualmente en "La Jaula de las Locas".

Y el otro, fue el número dedicado a la ortografía, "Lección de Grinder" sí, aunque no lo creas, ese me encantó, por lo que engloba, produce y transmite, es con lo que me enfrentó algunos días con mensajes y no precisamente de la aplicación popularizada, aunque no lo crean.

Hay un detalle muy importante en esta puesta en escena: la interacción con el público, se rompe la cuarta pared y esto es, sin duda, una arma de doble filo, hay que saber hasta que punto puede llegar a ser molesto, por comentarios, situaciones, chistes y créanme que yo soy espantado pero sí me incomodaría subir al escenario para ser exhibido de esa forma, y si a ti no te gusta esta situación, mejor siéntate en las butacas de en medio hacia atrás y en la parte central.

A lo largo de las casi dos horas, existieron fallas técnicas, aparece el de producción cuando no se tendría que percibir; parte de la escenografía que no se tenía que ver es captado por los ojos de algunas personas, en ocasiones no existe sincronía en el video central y sobretodo, hay imperfecciones en la iluminación, no soy experto en la materia pero era obvio que no ayudaba nada y el que manejaba el seguidor parecía que estaba dormido porque en ocasiones (des)aparecía sin razón.


Tengo que ser honesto, no sé si la recomendaría, o la volvería a ver, se nota que cada uno de los actores le echa todos los kilos y aunque en el teatro no es de intenciones sino de hechos, la idea no está mal, pero en el camino se pierden cosas, situaciones, mensajes e interacciones, debido a veces, al volumen de la música, microfoneo y otras, a la dicción de los intérpretes. 

El humor es muy peculiar, y la dirección de los chistes es muy específica hacia un público, a mi alrededor había algunas parejas bugas y uno que otro señor de la tercera edad quienes no se rieron casi nada. Confieso que yo sí lo hice en repetidas ocasiones pero pensaba que lo haría más y no sucedió.

Y aunque este show haya sido un éxito en España, no es sinónimo que aquí lo vaya a ser y no soy ave de mal agüero, espero que afinen varios detalles para que el espectáculo sea más agradable, encuentre su público y tenga más vida.