Descubriendo El Plan

Para muchos un gran plan sería salir de antro; para otros, robar un banco; para algunos ir al cine; para varios ir a un partido de beisbol; otros tantos dirían que asistir a un table dance; pero para mí, y apuesto que para miles de personas, el que sobrepasa todos los anteriores, es descubrir una nueva historia en el mágico mundo del teatro.

Y lo menciono porque bajo la dirección de Sebastián Sánchez Amunátegui se estrenó "El Plan", una puesta en escena que intenta abordar el tema de la amistad pero al mismo tiempo, las consecuencias de nuestra toma de decisiones ante una racha de  estrés, presiones familiares, depresión ante un remolino social. 

El texto que fue escrito por el dramaturgo español Ignasi Vidal, plantea varias críticas en torno al sistema en el cual nos desarrollamos, a partir de la interacción entre tres amigos despedidos de la fábrica en la que trabajaron por años, un día deciden reunirse para cumplir un plan, cuya intención queda oculta hasta el final para descubrir qué tan frívolo, importante o peligroso puede ser lo agendado.


Pero qué pasa cuando todo sale mal, cuando todo sale peor de lo planeado, cuando lo imprevisto llega para hacerlos trizas y mostrar un clima tenso para ponerlo en la mesa y compartir con gritos/violencia  varias confesiones que existen en sus vidas, gracias, de alguna manera, a lo que se tiene que cumplir socialmente.

En cuanto llegas al Foro Lucerna observas a Paco (Alonso Íñiguez) viendo la tele, qué más da lo que observaba o intentaba disfrutar, mientras desayunaba le ves la cara de fastidio, de frustración, un tanto gris, que al paso de los minutos se transforma por la impuntualidad de sus visitas. Y tengo que ser honesto, la forma de abordar este personaje no me agradó del todo, entiendo que es un ser muy obsesivo pero lo percibí muy inestable en el escenario, no terminé de entender su verdad. Sé que hay trazos interesantes pero no tan sobresalientes.

Muy al contrario sucede con Ramón (Alfonso Borbolla), un ser demasiado relajado al cual el desempleo le está costando varios problemas familiares; y esto lo reproduce muy bien el actor, ya que inicia de una manera y poco a poco, va creciendo, agradezco su entrega, se va acomodando todo para que su final nos de una gran sacudida.

Y que decir del gran Pablo Perroni interpretando a Andrade, la historia toma forma cuando él aparece en escena, los minutos previos los siento muy repetitivos, con trazos muy obvios, el ritmo es lento; su manera de abordar a un hombre inmaduro que aprovecha su despido de la fábrica para dedicarse a lo que lo hace feliz, es disfrutable, sus comentarios llegan en el momento perfecto y al final, plausible.

Un aspecto que me molestó fue la especie de tela blanca que dividía el comedor de la cocina, se observa como una mancha gigante en la escenografía, no entiendo la existencia de ella, la hubieran dejado a un lado para que la sobriedad que están pasando  los personajes vaya ad hoc con en el ambiente, se percibía estorbosa, fuera de lugar.

Entrar al universo de este trío de hombres desoladores, llenos de frustraciones, con contradicciones, que pasan de los 40, y que no saben qué hacer con sus vidas nos hace mirar hacia adentro y descubrir que siempre se puede estar mejor (o peor).

Sin duda alguna, son personajes cuyas sombras  los atrapan para aplastarlos y dejarlos ahí, claro, acompañados de sus amigos porque el cariño que hay entre ellos sobresaldrá a pesar de cualquier cosa,  porque si esos días habían sido grises, podría llegar una obscuridad más fuerte ante ellos mismos, gracias a "El Plan".


“Son unos imbéciles, pero son mi familia”





EL PLAN
Foro Lucerna
Viernes 20:45; sábado 18:30 y 20:30; domingo 18:00 h.
Dramaturgia: Ignasi Vidal
Dirección: Sebastián Sánchez Amunátegui.
Actuación: Alfonso Borbolla, Alonso Íñiguez y Pablo Perroni.