Para quien me conoce sabrá que yo no soy de series de abogados o investigaciones policiacas, se me hacen monótonas, un poco aburridas, menos, la magistral "Criminal Minds" pero como las excepciones confirman esta singular regla, cuando vi, por vez primera, el tráiler de "How to Get Away with Murder", me llamó mucha la atención la premisa y la emisión lo confirmó, desde el primer capítulo te deja con un gran sabor de boca, varias incógnitas se van abriendo y no lo quieres dejar de ver para saber que es lo qué va suceder en el minuto siguiente.Y no sólo en el siguiente segundo, sino en el capítulo posterior y así hasta la cuarta temporada porque, después de 45 emisiones, miles de personas estamos a la espera de la nueva entrega de este programa también bautizado como "Lecciones de crimen" o "Cómo defender a un asesino", protagonizada magistralmente por Viola Davis.
La famosa actriz interpreta a Annalise Keating, una abogada y profesora de Derecho quien sufre un cambio en su vida cuando de repente, se ve involucrada junto a cinco de sus alumnos en un caso de asesinato, del cual les será casi imposible salir ilesos, y a partir de este hecho empieza a nacer decenas de mentiras, a reproducirse unas cuantas amenazas y a crear lazos insospechados.
Confieso que es la primera vez vez que disfruto a la protagonista y me quito el sombrero en la forma en que aborda la serie, la amas, la odias, la quieres abrazar, te da lastima, te dan ganas de meterla a la cárcel pero también de defenderla y creo que eso es parte de ser humano. Una gran actuación, sin duda alguna.
Una de las cosas que más aplaudo a este serie es el cast, cada actor le imprime la energía adecuada, los trazos geniales, las líneas exactas para que su personaje sea entrañable, sea imperfecto, como tú o como yo; y es que cada uno tiene diferentes aristas que permite que te sorprendas lo que puede llegar hacer por "salvarse" o cubrir los hechos que poseen, invariablemente, consecuencias.
Algunos de los actores que ayudan en esta historia son: Jack Falahee (Connor), Aja Naomi King (Michaela), Matt McGorry (Asher), Conrad Ricamora (Oliver), Alfred Enoch (Wes) y Karla Souza (Laurel), con quien me quedé sorprendido por su desarrollo y no porque no creyera en ella pero después de hacer mucha comedia, en este papel está al nivel de todos los demás, brilla, es estupenda y su personaje crece cada vez más.
Lo tengo que decir porque es de todas las relaciones que se pueden percibir aquí, mi favorita, por lo que significa y lo que proyectan: la de Connor con Oliver; la interacción que existe entre ellos va incrementándose, sufren, cambian, se distancian, se reencuentran y eso me emociona sobre todo porque al parecer (SPOILER ALERT) en la quinta temporada habrá boda y eso me mantiene mucho más cautivo.
En cuanto al guión, debo decir que es genial, tiene unos trazos, y una delicada descripción de cada uno de los personajes que te sorprenderías, pero creo que lo más rescatable son las vueltas de tuerca, que son el pan diario de esta serie, tienes que estar atento de todo lo que está ocurriendo porque en el minuto siguiente es posible que te lo cambien. Y eso se agradece.
Aunque sí, para quien la ha visto completa, observará que de repente, podrían abusar de los flashbacks, que en efecto, ayudan a refrescar la memoria y a contar un poco lo que está sucediendo, pero en grandes ocasiones podría parecer repetitivo.
Desde hace cuatro años, al menos a mí, me ha mantenido pegado a ver qué sucederá con cada uno de los personajes y en la próxima entrega que saldrá a finales de septiembre no dudo que se añadan más sucesos para alborotar sus vidas tranquilas, tal cual la vimos al final de la cuarta temporada.
"Su karma no está terminada porque terminaron en mi clase"