Y es que al ver "Las Tres Hermanas" quedó más que confirmado; al entrar al Teatro Milán, observas a todos los actores sobre un escenario "casi desnudo", muy relajados, o al menos ese se transmite, algunos interactuando con quienes ya tomaron su asiento, otros bebiendo su café, algunos cuantos estirándose o dándose abrazos, y podría ser muy extraño, al menos para mí lo fue, porque nunca había visto algo semejante, en esta ocasión no existieron distancias entre lo que podríamos percibir del director y lo que se vivimos a diario.
Como se menciona en el espectáculo dirigido por Diego del Río, un par de ocasiones, "la vida es un teatro", y aquí lo entiendes casi a la perfección, después de escuchar las primeras palabras emitadas por Enrique Arreola, entras a este peculiar juego, donde para existir se necesitan sólo dos partes: el público y los actores.
Quienes en medio de un "espacio vacío", compartirán una historia desgarradora, intensa, llena de obscuridad pero sobre todo de silencios, estas pausas auditivas que llenan a la perfección la escenografía de Auda Caraza y Atenea Chávez, quienes con más 60 sillas que funcionaban de butacas, al fondo, crearon un ambiente para que fuera un reflejo de nosotros los espectadores; además que son el apoyo de los intérpretes, a quienes vemos todo el tiempo, ya sea mientras son parte de la acción o testigos de la historia.
La obra escrita hace más de un siglo por Antón Chéjov nos traslada a un año después de la muerte del padre de la familia Prozorov, donde observamos cómo las tres hermanas, hastiadas de su situación actual, cansadas de lo que respiran, anhelan su regreso a su natal Moscú, creyendo que ahí les irá mucho mejor y su vida tendrá nuevos aspiraciones.
Olga (Emma Dib), casi harta de su trabajo como maestra ve transcurrir los años sin contraer matrimonio; Masha (Arcelia Ramírez), esposa de un antiguo maestro, al que percibe como un mediocre, pronto empieza a descubrir que sus sentimientos hacia otra persona empiezan a brotar; e Irina (Maya Zapata), la más joven que aún cree en el futuro, está dispuesta a casarse con tal de escapar de ese lugar, de aquellas paredes, de aquel jardín, de aquel sofá que tanto.
Evan Regueira, Anahí Allué, Concepción Márquez, Mauricio García Lozano, Antón Araiza, Enrique Arreola (alternando con Alejandro Morales), son quienes completan el elenco que para ser sinceros es extraordinario, que manera de reunir elementos potentes para contar una historia, no le emito "pero" a nadie, tengo que ser sincero, en un par de ocasiones me cansó el tono argentino de Allué aunque su personaje es delicioso, sus forma de relacionarse con los demás, su verdad, es un gran trabajo de la actriz.
Cada una de las protagonistas está precisa, la triada es exacta, tiene sus grandes momentos y sus personajes están bien estudiados, son grandes, en verdad, pero quien me encantó fue Zapata, para mi gusto, resalta entre las demás, su tono, sus gestos, sus movimientos, su gran sutileza fue aplaudida.
La obra adaptada por del Río no deja de emitir destellos de complejidad en un mundo lleno de cotidianidad, permitiéndonos adentrar a una familia, como la tuya, como la mía, en donde retrata el comportamiento de ser humano en la vida, es un potente drama, ya por muchos conocido, pero que se le puede sacar mucho "jugo", aún.
Ayuda en el relato, los tintes de gran humor que posee, para algunos podría parecer "cansada", existen algunos momentos que son mucho más intensos, pero al final, te das cuento que así es la vida, que así es el teatro y hay que disfrutarla mientras estemos sentados en la butaca.
"Están pasando cosas y ustedes no se dan cuenta de nada"
LAS TRES HERMANAS
Teatro Milán
Lunes a sábado 20:45 h.
Dirección: Diego del Río
Dramaturgía: Antón Chéjov
Reparto: Maya Zapata, Arcelia Ramírez, Emma Dib, Evan Regueira, Anahí Allué, Concepción Márquez, Mauricio García Lozano, Antón Araiza, Enrique Arreola (alternando con Alejandro Morales).