Dicen que la soledad es un buen lugar para visitar más no para quedarse ahí pero cuando estás en esa zona, por mucho tiempo, es más, vives en ese peculiar territorio y no posees un oído, unos brazos, unos ojos que te emanen amor, que te escuchen, que te griten que todo va a estar bien, que te produzcan palabras de aliento, es cuando necesitas que te den un "simple" apapacho.
De esos que te hacen mover el alma, que te producen más células, que te dan ganas de salir adelante, de probar diferentes sabores, sentir el aire contaminado, caminar por tu colonia; y esto es lo que de alguna manera se percibe en la historia de "Huérfanos", la puesta en escena de La Teatrería.
La obra de teatro escrita por Lyle Kessler aborda la vida de dos hermanos quienes fueron abandonados por su padre y quedan huérfanos al morir su madre. Tomás, un ladrón que posee un carácter muy explosivo, es el encargado de velar por su hermano Felipe, que se encuentra sobreprotegido y alejado de la sociedad, casi, casi viviendo en el clóset añorando la presencia de su progenitora.
Hasta que un día, por alguna situación, conocen a Héctor, un extraño que les abrirá los ojos no sólo de lo que está pasando en el mundo exterior sino dentro de su propia piel, de disfrutar lo verdaderamente importante, para al final de cuentas enfrentarse con uno mismo.
Hernán Mendoza además de participar como actor, es el responsable de la dirección de la puesta en escena, y no ha de ser cosa fácil, lo hace de una manera muy elocuente, se percibe la fluidez de cada uno de los participantes, pero sobre todo hay una verdad en la mayor parte de sus acciones.
Me quedé sorprendido con el nivel de entrega de César Rodríguez nunca lo había visto en un escenario y su forma de abordar el personaje es increíble, quizá sus primeros minutos me costaron entenderlo pero al transcurrir la obra, entiendes muy bien su comportamiento, su manera de reaccionar, de vivir, de descubrirse a sí mismo.
Y no puedo dejar a un lado el trabajo de Mauricio Argüelles, tiene una energía muy peculiar, sus palabras, sus movimientos, sus acciones, realmente te produce una emoción al verlo tan "mecha corta" pero al mismo tiempo, entiendes la razón de su carácter y su manera de dirigirse al mundo, en especial con su hermano.
Tengo que mencionar que hay algunas situaciones, como la de la mayonesa, que creo están de más, el chiste si se contará una vez está muy bien, pero se repite y eso podría llegar a cansar al espectador sobre todo a preguntarte si el texto es verdaderamente substancioso.
Y siento que sí lo es, posee un hilo conductor interesante pero hay detalles que considero se deberían de afinar para que la narrativa viaje con una mayor fluidez (la segunda parte es superior a la primera) y nos regalen más emociones, más apapachos.
Y siento que sí lo es, posee un hilo conductor interesante pero hay detalles que considero se deberían de afinar para que la narrativa viaje con una mayor fluidez (la segunda parte es superior a la primera) y nos regalen más emociones, más apapachos.
"Yo sí necesito un apapacho"
HUÉRFANOS
La Teatrería
Jueves 20:30 h
$300
DRAMATURGIA: Lyle Kessler
DIRECCIÓN: Hernán Mendoza
REPARTO: Hernán Mendoza, César Rodríguez y Mauricio Argüelles.