Y no es que lo piense actualmente, tal vez me podría suceder o no, la verdad es que ahorita no me interesa del todo, prefiero preocuparme por otras cosas más importantes; pero en definitiva esta frase fue de todas las mencionadas en "Special", la que más me movió, me emocionó, por lo que significa y sobre todo por el momento en que fue expresado en la serie protagonizada, producida y escrita por Ryan O'Connell.
La historia de la emisión recién estrenada en Netflix está basada en el libro ''I'm Special: And Other Lies We Tell Ourselves", el cual aborda la manera de vivir de un joven de 28 años que tiene parálisis cerebral, es virgen y por si fuera poco es homosexual. Así de simple y complejo, al mismo tiempo.
Desde el primer minuto, observas cómo él aborda el tema explicando su discapacidad ocasionada por un daño en el cerebro que se manifiesta con una incoordinación muscular y motriz, a un niño que se encuentra en la calle, de una manera extraordinaria y tan sencillo, que hasta te da risa.
Pero ahí no termina todo, al contrario, como el personaje no tiene "pelos en la lengua", no posee muchos filtros, platica sus gustos con su fisicoterapeuta y en varias ocasiones con su mamá, quien lo ha estado sobreprotegiendo, pero esto tendrá efectos sobre él para que tome sus futuras decisiones.
Ya que cuando decide dejar atrás su aislamiento social, le van ocurriendo una serie de situaciones que te dan ganas de salir a conocerlo, abrazarlo, de querer platicar con él, escucharlo y hasta enamorarte, porque en verdad es un personaje tan bien diseñado que te cautiva, es provocador y la ternura que posee en la pantalla lo irradia, también, con sus palabras.
Pero él no es el único que te podría conquistar o hacerte reír, imposible no amar a su madre (Jessica Hecht) con quien hace una mancuerna perfecta, su química es genial; Kim (Punam Patel) la nueva amiga es un verdadero bombón, sus movimientos, su personalidad es increíble, es el empuje del protagonista para que se atreva a ser quien es; y la jefa de su trabajo, Olivia (Marla Mindelle) la odias, inmediatamente cuando aparece en pantalla, pero te atrapan sus palabras, sus gestos, sus actitudes.
Contadas veces hemos visto tan claro y de una manera tan honesta el tema de la discapacidad, y si a esto le agregamos la homosexualidad, estoy casi seguro que nunca; y más aún tratado con varios toques de humor, quizá jamás lo hubiéramos imaginado, ya que aún existen muchos estigmas al respecto y esta serie trata de romperlos.
O’Connell, el gran defensor de los derechos LGTB, no sólo expone las dificultades a las que se enfrenta como gay discapacitado, sino aborda temas como el amor, la discriminación, la amistad, pero sobre todo de ser quien realmente eres, sin máscaras, sin complejos.
La serie de Netflix es en definitiva un ramo de flores, que admiras de primera instancia, por la temática; vas observando detalles como los múltiples mensajes que posee; el humor tan peculiar te atrapa no sólo tu olfato; aunque lo malo es que te dure muy poco tiempo.
Ya que cuando decide dejar atrás su aislamiento social, le van ocurriendo una serie de situaciones que te dan ganas de salir a conocerlo, abrazarlo, de querer platicar con él, escucharlo y hasta enamorarte, porque en verdad es un personaje tan bien diseñado que te cautiva, es provocador y la ternura que posee en la pantalla lo irradia, también, con sus palabras.
Pero él no es el único que te podría conquistar o hacerte reír, imposible no amar a su madre (Jessica Hecht) con quien hace una mancuerna perfecta, su química es genial; Kim (Punam Patel) la nueva amiga es un verdadero bombón, sus movimientos, su personalidad es increíble, es el empuje del protagonista para que se atreva a ser quien es; y la jefa de su trabajo, Olivia (Marla Mindelle) la odias, inmediatamente cuando aparece en pantalla, pero te atrapan sus palabras, sus gestos, sus actitudes.
Contadas veces hemos visto tan claro y de una manera tan honesta el tema de la discapacidad, y si a esto le agregamos la homosexualidad, estoy casi seguro que nunca; y más aún tratado con varios toques de humor, quizá jamás lo hubiéramos imaginado, ya que aún existen muchos estigmas al respecto y esta serie trata de romperlos.
O’Connell, el gran defensor de los derechos LGTB, no sólo expone las dificultades a las que se enfrenta como gay discapacitado, sino aborda temas como el amor, la discriminación, la amistad, pero sobre todo de ser quien realmente eres, sin máscaras, sin complejos.
La serie de Netflix es en definitiva un ramo de flores, que admiras de primera instancia, por la temática; vas observando detalles como los múltiples mensajes que posee; el humor tan peculiar te atrapa no sólo tu olfato; aunque lo malo es que te dure muy poco tiempo.
Y es precisamente esto lo que no me gustó ya que sólo posee ocho capítulos de menos de 15 minutos, tal vez se podría notar un poco que esto afecte en los dos capítulos finales, pero fuera de ahí, la narrativa la siento fluida y divertida, tanto así que quisieras que se estrene no sólo la segunda sino la tercera y hasta cuarta temporada.
"Prometo no babearte hasta la tercera cita"
Special
Dirección: Anna Dokoza
Guión: Ryan O'Connell
Elenco: Ryan O'Connell, Jessica Hecht, Punam Patel, Marla Mindelle, Patrick Fabian