Quien haya visitado esta gran región, podrá estar de acuerdo conmigo que terminas enamorado de lo que ves, respiras, comes y sin duda, ansias regresar en una nueva ocasión, y lo menciono de esta manera porque la Sierra de Oaxaca es la inspiración de una obra en donde la fragilidad, la desolación y la esperanza de un nuevo mundo, se mezclan para que conozcamos a "Los Caminantes".
La obra escrita por Verónica Musalem y que se desarrolla en el sótano del Teatro Julio Castillo, aborda el encuentro de cinco personajes que a pesar del fastidio de su vida buscan crear un lugar mejor para poder (sobre)vivir y no será nada fácil conseguirlo.
Es la primera vez que conozco este lugar del Centro Cultural del Bosque y a decir verdad fue un tanto extraño, al no ser un espacio idóneo para una puesta en escena, se perciben problemas casi desde que ingresas a él, podría sonar interesante el trayecto hacia las entrañas de este sitio pero ya estando ahí lo percibes incómodo.
¿A qué me refiero? A la distribución de las sillas, al estar todos en un mismo nivel sino te toca en primera fila y en la parte central, ya te perdiste de varias cosas de la obra; al existir varias columnas, su organización afecta la visualización correcta de la obra y eso sin contar que existe una especie de pasillo, que si tienes suerte podrías ver lo que acontece.
Y mucho menos si te tocó la fortuna de tener una luz frente a ti, te "ciega" y ya no te permite que observes las gesticulaciones de algún actor o ciertos movimientos que podrían desarrollarse, aunque estés a contados metros de ellos.
Si ya tienes este espacio se deberían de explotar al máximo, y lo digo de una manera muy respetuosa porque desde que empiezas a observar los elementos escenográficos te puedes llegar a confundir y quizá a lo largo de la obra, confundir, no sabes a ciencia cierta que sí es parte del show y que no, existen algunos papelitos de fiesta escolar pegados en la parte de arriba que considero que no aportan nada en la historia.
En ese extremo caso, un par de cortinas negras con ayuda de unas luces bien distribuidas hubieran sido más impactantes e interesantes, porque confieso que hay un par de escenas que visualmente son una belleza pero se quedan ahí, no hay un aporte más profundo.
En ese extremo caso, un par de cortinas negras con ayuda de unas luces bien distribuidas hubieran sido más impactantes e interesantes, porque confieso que hay un par de escenas que visualmente son una belleza pero se quedan ahí, no hay un aporte más profundo.
Y entiendo la situación del teatro, comprendo que en ocasiones existen limitaciones en el presupuesto, pero también apuesto por la creatividad que se puede explotar en una espacio tan post apocalíptico como este.
El texto no me desagrada del todo, hay un hilo conductor interesante pero no sé si el tono reflejado es el adecuado, había veces que algunos se reían y yo sin saber la razón; hay detalles que se tendrían que revisar a conciencia para que esta historia no se pierda en la carretera de tierra, drogas y alcohol.
Respecto a las actuaciones de Javier Sánchez, Luis Ernesto Verdín, David Sicars, Alberto Santiago y Karen Daneida, considero que están bien, cada uno brilla en ciertos momentos, se percibe la entrega y el trabajo muy físico de cada uno de ellos, en especial de Verdín, creo que su desarrollo es mucho más natural, y hasta cierto punto, divertido, que los actores restantes.
Lo que agradezco es la música en vivo, y aunque no esté todo el tiempo, esos momentos son de los que más disfruté porque ambientaliza de una manera interesante una historia de un mundo devastado por la violencia.
El texto no me desagrada del todo, hay un hilo conductor interesante pero no sé si el tono reflejado es el adecuado, había veces que algunos se reían y yo sin saber la razón; hay detalles que se tendrían que revisar a conciencia para que esta historia no se pierda en la carretera de tierra, drogas y alcohol.
Respecto a las actuaciones de Javier Sánchez, Luis Ernesto Verdín, David Sicars, Alberto Santiago y Karen Daneida, considero que están bien, cada uno brilla en ciertos momentos, se percibe la entrega y el trabajo muy físico de cada uno de ellos, en especial de Verdín, creo que su desarrollo es mucho más natural, y hasta cierto punto, divertido, que los actores restantes.
Lo que agradezco es la música en vivo, y aunque no esté todo el tiempo, esos momentos son de los que más disfruté porque ambientaliza de una manera interesante una historia de un mundo devastado por la violencia.
"Un día va a amanecer y volveré a sonreír"
LOS CAMINANTES
Centro Cultural del Bosque
Sótano del Teatro Julio Castillo
Lunes y martes, 20:00 h
$150
DRAMATURGIA Y DIRECCIÓN: Verónica MusalemREPARTO: Javier Sánchez, Luis Ernesto Verdín, David Sicars, Alberto Santiago y Karen Daneida