Y también se rige bajo algunas reglas absurdas, miles de estereotipos, concepciones de antaño y costumbres estúpidas, que sólo sirven para crear varias confusiones y es que muchos piensan que las cosas deberían de ser o blancas o negras, y en realidad, existe una gama casi infinita de grises, de colores, de tonos, de luces, de texturas.
Y esto lo sabe muy bien Lolo, o al menos, eso es lo que está a punto de descubrir en "Acá en la Tierra", una obra de teatro que te llevará a volar, que te abrirá (más) los ojos, que hará que rías pero también podrían salirte un par de "las de cocodrilo"como a mí.
Y es que el protagonista de esta historia, que se desarrolla en el Teatro Milán, podría parecer un niño "tradicional" pero no lo es, sólo basta escucharlo y ver su comportamiento para descubrir que como él dice, no es de este planeta, no cabe perfecto en donde "tendría que encajar".
Y más si este mundo resulta ser tan cuadrado, tan lleno de estereotipos, tan limitante, tan "todo se tiene que poner en su lugar", como este niño de escasos 6 años lo percibe, ya que de sólo pensar que llegarán los odiosos lunes y tendrá que hacer las aburridas filas en la escuela, lo ponen mal.
Pero esto se transforma un poco, cuando empieza a conocer a Dolores, una mujer aparentemente invisible, que trabaja en su escuela y le da una refrescada musical, gracias a sus divertidos "walmart" con canciones como "Under pressure".
La trama que es dirigida por Rebeca Trejo y escrita por Luis Eduardo Yee cuenta con las actuaciones de Assira Abbate, Vicky Araico y Mahalat Sánchez, quienes están de lujo, cada una posee su verdad y la plasma en el escenario, se desarrollan de una manera muy precisa para que exista una armonía en la historia; el trío se maneja de una forma integral y potente.
Assira en el papel de Lolo está increíble, poder jugar a ser un infante no ha de ser cosa fácil, pero ella lo lleva a otro nivel, nos conquista con cada una de sus palabras, sus respuestas y sus tonos; mientras que Mahalat es una joya, no puedo decir otra cosa, se involucra de lleno con estos sentimientos de mamá y los explota al 100%; mientras que Vicky me sorprendió mucho, su forma de abordar un personaje lleno de "invisibilidad", te transmite muchísimo, te llega al corazón, es de aplaudirse y mucho.
¿Saben?, las obras infantiles me cuestan mucho trabajo, no por lo que veré en escena, sino el ambiente, de repente niños llorando, otros pegando en el asiento, unos cuantos gritando, y uno que otro papá que no apaga sufuckin celular; pero aún así, decidí ir a verla porque ya había escuchado buenos comentarios y saben qué, no me arrepiento en lo absoluto.
Si bien es un show infantil, no sólo se queda en lo que los pequeños podrían percibir, va más allá, tiene capas que cualquiera podría entender, y muchas piezas que hacen falta en el rompecabezas de algunos más.
Disfruté como niño, de principio a fin, de la iluminante escenografía de Jesús Hernández, que pudiera explotarse un poquito más; de la profunda historia que posee grandes capas de interpretación; de las profesionales actuaciones; de un trabajo global que debe de seguir mucho más tiempo.
Por la simple razón que posee un lenguaje muy sencillo pero al mismo tiempo poderoso que busca romper etiquetas y prejuicios acerca de lo que respiramos a nuestro alrededor.
Y esto lo sabe muy bien Lolo, o al menos, eso es lo que está a punto de descubrir en "Acá en la Tierra", una obra de teatro que te llevará a volar, que te abrirá (más) los ojos, que hará que rías pero también podrían salirte un par de "las de cocodrilo"
Y es que el protagonista de esta historia, que se desarrolla en el Teatro Milán, podría parecer un niño "tradicional" pero no lo es, sólo basta escucharlo y ver su comportamiento para descubrir que como él dice, no es de este planeta, no cabe perfecto en donde "tendría que encajar".
Y más si este mundo resulta ser tan cuadrado, tan lleno de estereotipos, tan limitante, tan "todo se tiene que poner en su lugar", como este niño de escasos 6 años lo percibe, ya que de sólo pensar que llegarán los odiosos lunes y tendrá que hacer las aburridas filas en la escuela, lo ponen mal.
Pero esto se transforma un poco, cuando empieza a conocer a Dolores, una mujer aparentemente invisible, que trabaja en su escuela y le da una refrescada musical, gracias a sus divertidos "walmart" con canciones como "Under pressure".
La trama que es dirigida por Rebeca Trejo y escrita por Luis Eduardo Yee cuenta con las actuaciones de Assira Abbate, Vicky Araico y Mahalat Sánchez, quienes están de lujo, cada una posee su verdad y la plasma en el escenario, se desarrollan de una manera muy precisa para que exista una armonía en la historia; el trío se maneja de una forma integral y potente.
Assira en el papel de Lolo está increíble, poder jugar a ser un infante no ha de ser cosa fácil, pero ella lo lleva a otro nivel, nos conquista con cada una de sus palabras, sus respuestas y sus tonos; mientras que Mahalat es una joya, no puedo decir otra cosa, se involucra de lleno con estos sentimientos de mamá y los explota al 100%; mientras que Vicky me sorprendió mucho, su forma de abordar un personaje lleno de "invisibilidad", te transmite muchísimo, te llega al corazón, es de aplaudirse y mucho.
¿Saben?, las obras infantiles me cuestan mucho trabajo, no por lo que veré en escena, sino el ambiente, de repente niños llorando, otros pegando en el asiento, unos cuantos gritando, y uno que otro papá que no apaga su
Si bien es un show infantil, no sólo se queda en lo que los pequeños podrían percibir, va más allá, tiene capas que cualquiera podría entender, y muchas piezas que hacen falta en el rompecabezas de algunos más.
Disfruté como niño, de principio a fin, de la iluminante escenografía de Jesús Hernández, que pudiera explotarse un poquito más; de la profunda historia que posee grandes capas de interpretación; de las profesionales actuaciones; de un trabajo global que debe de seguir mucho más tiempo.
Por la simple razón que posee un lenguaje muy sencillo pero al mismo tiempo poderoso que busca romper etiquetas y prejuicios acerca de lo que respiramos a nuestro alrededor.
"Acá sólo se puede estar arriba o abajo,
pero en el espacio sólo se puede flotar"
Teatro Milán
Sábados y domingos, 13:00 horas.
$250
DRAMATURGIA: Luis Eduardo Yee
DIRECCIÓN: Rebeca Trejo
REPARTO: Assira Abate, Vicky Araico y Mahalat Sánchez