A algunas semanas de su estreno, y después de haber escuchado todo tipo de críticas, ya tuve la oportunidad de ir a ver el nuevo musical del Teatro de los Insurgentes, "Sugar", nombre que yo le cambiaría por "Daphne, El Musical", por el gran peso, comicidad, entrega y energía que Ariel Miramontes le imprime a su personaje, sin duda alguna, de él es la obra.
Aunque también, tengo que mencionar que existieron detalles que hubieran endulzado un poco más la experiencia en el show basado en la película "Some Like It Hot" y protagonizada por Arath de la Torre, Cassandra Sánchez Navarro y quien se popularizaría como "Albertano".
Para quien desconozca de qué va la historia, aborda parte de la vida de Sugar, una sensual cantante, de una orquesta a la que llegan un par de músicos disfrazados de mujeres, que por escapar de unos delincuentes se suman a su banda; y aunque la narrativa no es tan profunda que digamos, lo importante es cómo se adorna y qué recursos usa para que sea divertida y amena.
Y viendo la obra dirigida por Anahí Allué, distinguí varias presentaciones de azúcar, una de ellas fue la light y me remito completamente a la actriz principal, ya que es muy simple, comúnmente viene en un mejor empaque y se ve muy "linda", pero hasta ahí, no llena completamente el escenario, a excepción cuando interpreta "I wanna be loved by you" con su ukulele pero de ahí en fuera, le falta mucha presencia, en varias ocasiones se pierde, y en algunos números musicales, la percibía pesada, que le costaba trabajo la coreografía, no la sentía natural.
Aunque también, tengo que mencionar que existieron detalles que hubieran endulzado un poco más la experiencia en el show basado en la película "Some Like It Hot" y protagonizada por Arath de la Torre, Cassandra Sánchez Navarro y quien se popularizaría como "Albertano".
Para quien desconozca de qué va la historia, aborda parte de la vida de Sugar, una sensual cantante, de una orquesta a la que llegan un par de músicos disfrazados de mujeres, que por escapar de unos delincuentes se suman a su banda; y aunque la narrativa no es tan profunda que digamos, lo importante es cómo se adorna y qué recursos usa para que sea divertida y amena.
Y viendo la obra dirigida por Anahí Allué, distinguí varias presentaciones de azúcar, una de ellas fue la light y me remito completamente a la actriz principal, ya que es muy simple, comúnmente viene en un mejor empaque y se ve muy "linda", pero hasta ahí, no llena completamente el escenario, a excepción cuando interpreta "I wanna be loved by you" con su ukulele pero de ahí en fuera, le falta mucha presencia, en varias ocasiones se pierde, y en algunos números musicales, la percibía pesada, que le costaba trabajo la coreografía, no la sentía natural.
Por su parte, Miramontes sería, sin duda, el azúcar glass, que aparentemente está sólo para adornar los postres pero deja mucha huella, invade todo el plato y casi a todos les gusta, y el actor lo hace de una manera casi perfecta, por su forma de pararse en el escenario, la manera de interpretar, el carisma que posee, el ritmo que maneja es único y sin duda, enloquece al público con sus palabras, con sus tonos, y es el que al final se lleva los grandes aplausos, y no es para menos. Lo disfruté muchísimo.
Aquí, tengo que abrir un paréntesis porque la mancuerna que realiza con Benito Castro, en algunas escenas, son una joya, la interacción que tienen entre sus respectivos personajes merece mis respetos y también mis risas porque es un deleite verlos.
Aquí, tengo que abrir un paréntesis porque la mancuerna que realiza con Benito Castro, en algunas escenas, son una joya, la interacción que tienen entre sus respectivos personajes merece mis respetos y también mis risas porque es un deleite verlos.
La sacarosa sería Arath, porque es el más comercial, también más conocido, pero aquí no a todos les cae bien, y aquí, siento que está realizando su papel con un poquito de flojera, sin arriesgar nada, tratando de sólo cumplir, sin aportar mucho al personaje, es medio simpático pero no ayuda en sostener la obra. Además, no canta tan bien, por lo que, honestamente, terminé cansado de su personaje.
Marisol del Olmo es la presentación mascabada, tiene un ritmo y ya conoce perfectamente cómo se desarrolla el Insurgentes, aborda su papel de una manera ingeniosa, y sorprende en todos los sentidos, se ve su crecimiento como actriz en el rol de "Susy"; lo que contrasta con el personaje que realiza Andrés Elvira que podría ser la melasa ya que no tiene tantas calorías y la verdad, creo que eso de hacerte el chistoso, se ve muy forzado, esa versión nerd está muy cuadrada y terminas deseando que ya no aparezca en el escenario.
Lo que sí tengo que aplaudir es la orquesta en vivo, es un lujo escucharla, y deleitarnos con las notas; aunque, en ocasiones, existieron algunas canciones que por más que le ponía atención no se les entendía muy bien lo que cantaban los intérpretes, se empalmaban las letras y no tenían resultados tan favorables.
Lo que sí remarco mucho son los momentos de tap que realizan los villanos, me agradó la forma en que lo hacen, la entrega de Mauricio Salas, aunque las escenas donde aparecen solamente los "malos", me parecen aburridas, largas y no llegan a un puerto certero.
La escenografía adaptada me gustó, a secas, creo que conociendo un poco de lo que ha realizado Emilio Zurita, esta vez me dejó esperando muchísimo más; pero no por eso no le aplaudo la creación del lujoso hotel, el fascinante tren, tal vez la noche estrellada y las estructuras que se mueven para jugar y darnos una ambiente diferente.
Lo que sí tengo que aplaudir es la orquesta en vivo, es un lujo escucharla, y deleitarnos con las notas; aunque, en ocasiones, existieron algunas canciones que por más que le ponía atención no se les entendía muy bien lo que cantaban los intérpretes, se empalmaban las letras y no tenían resultados tan favorables.
Lo que sí remarco mucho son los momentos de tap que realizan los villanos, me agradó la forma en que lo hacen, la entrega de Mauricio Salas, aunque las escenas donde aparecen solamente los "malos", me parecen aburridas, largas y no llegan a un puerto certero.
La escenografía adaptada me gustó, a secas, creo que conociendo un poco de lo que ha realizado Emilio Zurita, esta vez me dejó esperando muchísimo más; pero no por eso no le aplaudo la creación del lujoso hotel, el fascinante tren, tal vez la noche estrellada y las estructuras que se mueven para jugar y darnos una ambiente diferente.
"Todo sea por Sugar..."
SUGAR
Teatro de los Insurgentes
Jueves y viernes 20:30; sábado 17:00 y 20:30; y domingo 19:00 horas.
De $600 hasta $1,600
DRAMATURGIA: Peter Stone. Traducción y Adaptación de Enrique Guzmán
DIRECCIÓN: Anahí Allué
REPARTO: Ariel Miramontes, Arath de la Torre, Cassandra Sánchez Navarro, Marisol del Olmo, Mauricio Salas, Benito Castro y Mauricio Herrera (alternando).