Sé que estamos viviendo una situación muy complicada, y la violencia diaria que respiramos no nos dan ganas de ir al teatro a ver más maltrato, más machismo, pero lo que observé del monólogo "Una Buena Madre", es que en efecto, sí existe maltrato en varias palabras y en grandes situaciones, pero es vista desde una mirada muy peculiar, desde aquella mamá perfecta, muy tradicionalista, que su vida gira entorno a su familia, en específico de su hijo.
Seré muy honesto, lo que me llamó la atención para ir a verla en el Foro Novo fue el diseño de su publicidad, donde aparece Guadalupe Damián muy bien arreglada en una cocina, agarrando unos panquecitos, todo perfecto, como si fuera modelo de recetario de hace algunas décadas.
Y con música de The Temptations, Etta James y Donovan, el foro sureño con la gran escenografía de Félix Arroyo, que parece sacada de una revista, recibe a la protagonista para compartirnos sus secretos, parte de su vida, recuerdos de amor, de cariño pero también de soledad, tristeza y abuso.
Sin duda, es un monólogo impactante pero sobre todo inquietante porque lo empiezas a ver y conforme avanza el tiempo, sospechas que puede pasar algo no grato, pero te lo van endulzado y cuando te das cuenta aparecen los balazos de información, los huracanes de verdad y las sacudidas que te mueven, y creo yo, aún más siendo padres, en específico madre de familia.
Y no es que a mí, un ser soltero, que no me interesa tener hijos, no me haya pegado, me impactó de una manera diferente que, quizá, a la señora que se sentó junto de mí que asistió con su hija, y es que los tópicos abordados son tan familiares, tan conocidos, pero son aderezados con un toque más amargo de vainilla.
La también dramaturga realiza un gran trabajo en el escenario, disfrutas de su sonrisa, su esperanza, su modo de dar la receta, inclusive las acciones que hace al final de la obra, a pesar de que son tan fuertes, el impacto que proyecta se agradece enormemente.
En ocasiones tengo en duda si le funciona o no, tratar de romper esa cuarta pared, cuando lo hacía sentía que se perdía la intención, que apagaba el ritmo de la historia y regresar al camino era un trabajo extra. Esos segundos yo sí los omitiría completamente.
Lo que también tengo que mencionar es que me molestó la iluminación, al tener un juego de tiempos en la historia, las luces se van cambiando continuamente y de repente estamos en un ambiente muy tenue, acostumbrados a eso, sombrío y a los segundos prenden las luces que sí son un tanto cegadoras; esto lo hicieron como en tres ocasiones.
“Ser madre es lo mejor que me pudo haber pasado”
UNA BUENA MADRE
Sala Novo
Del 4 de febrero al 7 de abril
Martes 20:00 h.
$200
DRAMATURGIA: Guadalupe Damián
DIRECCIÓN: Juan Carlos Vives y Guadalupe Damián
REPARTO: Guadalupe Damián