Y es que es la primera vez que voy a ver una obra producida por Teatro Ciego Mx, y la experiencia que me dejó fue muy grata, es un gran trabajo proyectado en el escenario, pero también, tras de él, porque tanto la utilería, el vestuario, la escenografía, el trabajo corporal de los intérpretes y sobre todo, la iluminación tienen una función en específica.
En cuanto llegas al Teatro Sergio Magaña lo único que observas sobre el escenario es una cortina hecha de plástico pero a los minutos se descubrirá que detrás de ella hay una cocina, este lugar en el que comúnmente se mezclan olores, texturas, sabores y hasta historias, y en esta ocasión, la trama creada por Itzel Lara, bajo la dirección de Anabel Saavedra, no será la excepción.
Ya que mientras dos hermanos hacen y nos dictan (de alguna manera) la receta de un pay de limón con galletas Marías, unos camarones al mojo de ajo, una pizza de frutas o hasta una "simple" leche en polvo con chocolate; nos van compartiendo cómo es (era) su relación con su madre y "para aderezar", el abandono de su progenitor.
Los personajes de Jesús Rodríguez y Juan Carlos Saavedra nos compartirán cómo fue parte de su vida tras la orfandad de su "papito" y el hecho de que su madre decide llamar a ambos de la misma manera que con el nombre del hijo que murió unos cuantos días de haber nacido y al que, por cierto, nunca conocieron.
Así de fuerte es esta obra que juega mucho con los elementos escenográficos, que te regala varias escenas increíbles, que, quizá, mucho más allá de las actuaciones, te deja un apapacho preguntándote si estás satisfecho con lo que has creado y si sigues en el camino correcto.
Si eres lo que realmente quieres ser y también, hacer, así como los actores quienes tendrán que confrontar una y otra vez su pasado un tanto oscuro, para despertar de su "cruel realidad".
Cabe mencionar que además de la intención de promover el teatro incluyente, la compañía teatral posee una persona en cabina que a través de un dispositivo de apoyo auditivo para ciegos narra y describe toda la trama, el vestuario y los elementos que hay en el escenario.
Quiero recalcar que existe un momento, casi al final de la historia que me impresionó visualmente, no me imaginaba que sucedería pero pasó y obviamente no quisiera revelarlo, pero vale mucho la pena observarlo, en verdad.
"Dicen que el sazón es como la suerte, se tiene o no se tiene"
Teatro Sergio Magaña
Viernes 20:00; sábados 19:00; y domingo 18:00 horas.
$157
DRAMATURGIA: Itzel Lara
DIRECCIÓN: Anabel Saavedra
REPARTO: Jesús Rodríguez y Juan Carlos Saavedra.