
Y así fue, llegué a la hora acordada, vi a algunos de los actores dispersados en el lobby del recinto céntrico, y minutos antes de pasar al teatro, el director Benjamín Cann, nos recalcó que era un ejercicio y que no nos extrañemos si llegaban a leer o sacaban el libreto.
Dadas la circunstancias, elegí un lugar al azar, había decenas de asientos para hacerlo y esto es un punto importante porque de alguna manera te involucra más o menos a la historia que estás a punto de descubrir.
Sobre el escenario de cuatro frentes había una silla, iluminada, y en un extremo estaba sentado Alberto Estrella frente a una mesa con algunos libretos, plumas, concentrándose y mirando quién iba llegando al espacio.

Y tal vez esta propuesta escénica parece más complicado de lo que es pero cuando la mires, y empieces a darte cuenta de la dinámica, te quedará más claro y sí, es una historia de abuso, de violencia pero al mismo tiempo de mucho poder.
Este poderío que le imprimen, además, Carmen Madrid, Emilio Guerrero y Miguel Santa Rita quienes independientemente que fuera un ensayo me movieron emocionalmente, de alguna manera me sentí identificado y salí del recinto satisfecho por la dinámica que hay entre ellos, aunque ni siquiera se toquen.
Y sí, aunque hay una conversación entre ellos, no están frente a frente, no existe un enfrentamiento a centímetros, y eso favorece para que sientas aún más sus palabras y gritos de furia.
EL AUTOR
Teatro El Milagro
DRAMATURGIA: Tim Crouch
DIRECCIÓN: Benjamín Cann
REPARTO: Carmen Madrid, Emilio Guerrero, Alberto Estrella y Miguel Santa Rita