Si mezclas series como "You", "13 Reasons Why" y "Elite", con sangre mexicana, buena fotografía, algunas interesantes actuaciones, contadas situaciones inverosímiles, toques de realidad, endulzadas con palabras como "wey", "cabrón" y "pendejo" y el resultado sería "Control Z", la nueva emisión de Netflix, que sin duda, es entretenida y muy adictiva, a pesar de todo, hasta del nombre.
Tal vez el título no ayuda en lo absoluto para que te des una idea de que en la historia habrá toda una serie de traiciones, tentaciones y venganzas gracias a que un hacker pone en evidencia, en un ambiente escolar, que alguien tiene una familia "transa", otra es transexual, otro es gay, otra se roba dinero de la escuela.
Así es, este producto visual dirigido por Alejandro Lozano y Bernardo de la Rosa, nos invita a conocer el impacto en la vidas de los estudiantes del Colegio Nacional cuando un personaje revela (desde el primer capítulo) algunos secretos "más oscuros" de ellos.
La historia que aborda problemáticas como el acoso escolar, la diversidad sexual, las drogas y el bullying cibernético, por mencionar sólo algunos, posee ciertos detalles sueltos, unas escenas de relleno, situaciones absurdas, pero al final, el resultado se defiende por sí mismo, hay un mensaje que respira y te envuelve.
Respecto a las actuaciones, hay grandes aciertos, en especial el de Ana Valeria Becerril que da vida a una chava un tanto antosocial, Sofía, que desde un inicio, ves su mirada, la forma de manejar su personaje, la entiendes, hay una empatía y sin duda, sobresale entre varios que hacen el intento de actuar.
Rostros más conocidos como Rocío Verdejo y Arturo Barba se defienden muy bien en la interpretación de su rol, pero siendo honestos, Rodrigo Cachero aunque es uno de los ejes de apoyo de la historia, cojea, en la mayoría de sus apariciones, no le creí que fuera director.
Hay grandes errores y para quienes nos fijamos muy bien y hasta el personaje principal nos daría la razón, existen errores de continuidad, uno muy claro y para abrir el primer capítulo, existe una mochila que parece que posee pies ya que en cuestión de segundos se mueve de un lado para el otro.
Hay una pelea que define muchas aspectos, en verdad, me puso mal el movimiento de cámaras te produce nerviosismo y ayuda para crearte temor pero el contenido de la misma no fue tan verdadero, larga, larga y cuando pensabas que había terminado, te equivocas, siento que fue too much!
Durante ocho episodios sí, disfrutarás el desarrollo, la emotividad y aunque el final no me fascinó, creo que no fue el idóneo; siento que se resolvió muy fácil y sí, en efecto, da pié para una segunda temporada.
"No tengo problema en hablarte pero no tengo nada que decirte"
"Yo no me avergüenzo de mi sexualidad"