Hace algunos meses, tuve la oportunidad de ver "The Stanford Prison Experiment" (2015) del director Kyle Patrick Alvarez lo que me recordó una de mis películas favoritas "Das experiment", filme alemán del 2001 dirigida por Oliver Hirschbiegel que tuvo su refritazo, literal, 9 años después, gracias a la mente hollywoodense de Paul Scheuring.
Y lo menciono porque el filme creado hace casi veinte años es de mis preferidos, recrea de manera desgarradora y cruel de lo que somos capaces de llegar, de lo que es la naturaleza humana y de la manera que asimilamos los problemas, más allá de las circunstancias.
Y es que nos adentra a la psique humana, nos da a conocer a cada uno de los participantes de lo que en un principio es una especie de juego, en el que todos están dispuesto hacer lo posible para poder volver a casa en uno cuantos días con más dinero en el bolsillo.
Las tres visiones narran, de alguna manera, un estudio sobre la psicología del encarcelamiento y asigna funciones de guardias y prisioneros a sujetos en un simulacro de cárcel. Sin duda, la premisa es más que interesante pero a la hora de abordarla viene la gloria o el caos, según sea la producción audiovisual que estemos hablando.
Cabe mencionar que el hecho en el que se basan los tres filmes se llevó a cabo en la Universidad de Stanford en 1971, en el que participaron 24 alumnos, todos ellos psicológicamente estables, sin embargo se descontroló porque las personas que participaron en él se sumergieron por completo en los roles que les habían asignado.
Sabido lo anterior, tengo que decir que las segundas partes casi nunca son buenas y aquí se cumple esta regla a profundidad, ya que al meter a Adrien Brody (yo creo que) pensaban que sería un éxito y no lo fue, y no por él, sino por todas las manos que no profundizaron el tema, se ve más superficial que la versión original, les dieron toques que no venían al caso y se vuelve un tanto aburrida.
Sin duda, la que menos recomiendo fue la creada hace seis años, se percibe pobre y no porque se haya hecho con tres pesos sino que lo demuestra y ahí está el error, debieron de tener la creatividad y la visión de interpretar una historia que te atrape, que te impacte y aquí no lo brindaron, se pierde totalmente.
Así que si aún no has visto la película alemana del 2001 te la recomiendo ampliamente, donde una esperanza se vuelve pesadilla, donde los tintes de drama se convierten en una ola claustrofóbica, y que al final nos cuestionemos profundamente qué es lo que está haciendo (mal) la raza humana.