'Su resultado es positivo a Coronavirus'

Así, directo, sin filtros, sin endulzarme el oído, fue lo que escuché aquella mañana de junio, tres días después de haberme hecho la prueba del famoso virus verde, horas posteriores a tener pocas señales extrañas en mi cuerpo.

Durante un poco más de 80 días, aproximadamente, me había cuidado muchísimo, no había salido, no había respirado aquel aire que invadía la ciudad, hasta que por algunas cuestiones extraordinarias, decidí salir con las precauciones debidas pero al parecer no fueron suficientes, ya que en un par de horas, los primeros síntomas aparecieron.

"Afortunadamente", sólo fueron dos: anosmia y ageusia, es decir, la falta del sentido del olfato y del gusto, lo cual, me indicaba algo, obviamente, y fue por esta razón que decidí lanzarme a hacer los análisis correspondientes.

Ese lunes me hicieron la tomografía, en la cual, me dijeron que no había mucho problema en mis pulmones, que no existía una marca grave; dos horas después, una doctora, quien no contestaba mis preguntas, sólo escuchaba respuestas, me hizo la prueba del antígeno,  que al parecer es uno de los más exactos que hay, me metieron un hisopo por la nariz y por la garganta.

Después de esto, empecé a toser y durante varios minutos tenía una rara sensación, pero nada más, para ser sincero.

Saliendo de ahí, mi casa me esperaba, en la puerta me quité toda la ropa (ya saben, me cuesta mucho trabajo) e inmediatamente me metí a bañar, posteriormente, mi recámara me recibía otra vez, y la cama con los brazos abiertos me hacía ojitos, de nuevo.

Tenía que esperar 72 horas para conocer el resultado, que en lo más profundo de  mi ser, de alguna manera ya lo sabía, pero necesitaba la confirmación para  resguardarme más y tener todas más precauciones posibles.

Pasando los 21 días del periodo crítico del Coronavirus, asistí nuevamente para la revalorización y afortunadamente, fui dado de alta, y eso me alegró mucho, aunque aún no recuperaba totalmente el sentido del gusto, y animicamente, estaba mucho mejor.

Las emociones aún siguen a flor de piel, la verdad es que, creo que durante esta cuarentena he llorado más que quizá toda mi vida, al ver una serie o una película, o simplemente recordar algo, mis ojos hacen lo suyo, la verdad, hasta siento que ya mi sensibilidad no va a morir. 

Cabe mencionar que después de todo lo que viví, quería donar plaquetas, al pasar toda esta situación, mi intención era, al menos, dar un granito de arena para ayudar a alguien pero ya llamé mil veces, mandé mails y no he tenido una respuesta, ojalá pronto me la den.

Siendo honestos, muy pocas personas a mi alrededor lo supieron, no es algo que haya publicado para que "se preocuparan por mí" porque ya no quiero hablar del tema, la verdad, desde que inició la llamada "cuarentena", traté de llevarla lo mejor posible pero cuando me tocó directamente mí, sí fue como un balde de agua fría, pero hoy sé, que soy afortunado de escribir estas líneas, de esperar para abrazar a mis familiares y amigos, y que quizá, aún no sea mi momento para decir adiós.