*Espero que así sea porque yo sí y mucho, y por si no fuera suficiente en esta mi visita te conocí un poquito más, tu sótano, tras bambalinas, tus escaleras casi infinitas, ya sólo me faltaron los camerinos y te confieso que no sólo recordé que la penúltima obra que vi antes de la cuarentena fue contigo ("Urinetown"), no menciono la última porque sí me da penita, y regresar a disfrutar una puesta en escena y que fuera en tus paredes fue muy especial, hasta me sacaste una lagrimita, casi al final.*
Además, Perroni y Garza actúan con María Perroni, Aitza Terán, Gloria Toba, Héctor Berzunza, Ignacio Riva Palacio, Salvador Petrola, Anahí Allué y Juan Cabello para “llevarnos de la mano” y conocer esta singular y necesaria historia que te toca el corazón muy misteriosamente a lo largo de siete estaciones, las cuales te cuentan la historia de un maniquí que vive en el recinto después del terremoto de 1985.
Soy muy honesto, yo cuando me enteré de esta puesta en escena moría de ganas de regresar a mi teatro favorito, sin duda, pero aún no estaba preparado para salir y protegerme del famoso bicho verde, por todo el miedo que tenía y lo que había vivido, pero conforme pasaron los días mi gusanito de incertidumbre iba creciendo y observaba comentarios por todos lados que era una gran experiencia.
Y así fue, decidí hacerlo, justo en la última semana y fue mágico volver a cruzar las calles de Milán y Lucerna, desde que llegas a este recinto de la Colonia Juárez, con tu cubrebocas (y si lo quieres, con tu mascarilla) y empiezas a observar todas las medidas que se están utilizando para protegerte y resguardar a todos los que ingresamos por esa famosa puerta.
Aquí no habrá besos, abrazos o apretujones de manos, cuando llegas, te despides o te encuentras a alguien que conoces o te presenten, desafortunadamente así tiene que ser pero lo que sí hay son miradas de ilusión de estar ahí, con luz de esperanza de regresar y sobre todo de descubrir lo que hay detrás de este recinto.
El staff te recibe con gel antibacterial, pasando por los rutinarios chequeos de temperatura, pisar los tapetes para limpieza del calzado, dividir los grupos e informarnos de las instrucciones que son muy simples, te asignan un número con un color el cual será el mismo durante todo el recorrido, facilitando tu ubicación especial y siempre respetando la prioridad: el distanciamiento social.
Durante una hora y veinte minutos descubres lo que hay detrás del Teatro Milán, no es una obra en la que te tienes que quedar sentado en tu butaca, aquí vas descubriendo todos los recovecos, entre ellos, el Foro Lucerna.
Y es que si el teatro debería de ser minucioso y muy exacto en sus tiempos, "Elena" brilla por eso y más, por su nivel de puntualidad y desarrollo técnico, no sólo les brindo uno sino 1000 aplausos más, se lo merecen, aunque me hubiera encantado leer los créditos de los participantes en alguna parte de la entrada.
En definitiva, uno más porque la dinámica de la obra no permite que todos los actores reciban al final de la función esta semillita de reconocimiento por su gran labor, su entrega y el papel que desarrollan.
Mando muchos aplausos para todos los que son parte de esta obra histórica del Teatro Milán, lo que significa dejar huella con una modalidad nunca antes vista ni experimentada, es de elogiar por el riesgo que conlleva realizarlo pero también, por la luz que nos brinda como espectadores.
Tengo que mencionar un detalle que me tocó y me gustaría puntualizar, es una lástima de algunas personas con nulo sentido común y poca educación que aún sacan su celulares, como si estuvieran en el parque, y por si fuera poco, graban o toman fotos con flash, esto es inconcebible, si para mí fue molesto, ya me imagino para los intérpretes, sobre todo en la última parte que casi todo es obscuro y existe una luz extra.
También, ofrezco una ovación a quien no la ha visto para que se motive a verla, es una experiencia que definitivamente no se repetirá, por la magia, el ambiente, los elementos humanos reunidos, así que créeme, que si no lo haces, te vas a arrepentir.
ELENA
Teatro Milán
Jueves a domingo, cada
función inicia cada 10 minutos a partir de las 19:00 h.
PRECIO: $528 si lo compras
en el fuckin' Ticketmaster o $480 si lo realizas en taquilla (de 14:00 a las
18:00 horas).
DRAMATURGIA: Joserra
Zúñiga
DIRECCIÓN: Miguel Septién
DIRECCIÓN TÉCNICA: Pepe
Valdés
REPARTO: Pablo Perroni,
María Perroni, Mariana Garza, Aitza Terán, Gloria Toba, Héctor Berzunza, Ignacio
Riva Palacio, Salvador Petrola, Anahí Allué y Juan Cabello.