Tanto, como la nueva "gran" historia lanzada por Netflix: un grupo de estudiantes intenta ganar la batalla de bandas del EWS (SIC), sí el famoso Elite Way School, un concurso musical que les brindaría la oportunidad de triunfar en el terreno musical, y esto aderezado con peleas, gritos, romances, poses, chismes, la "famosa logia", covers, covers y más... refritos.
Empezando, con el tema que le da nombre a la serie, ¿en serio pensaron que con la nueva versión olvidaríamos a la original?, digo, ya sé que Anahí, Christian Chávez, Poncho Herrera, Dulce María, Maité Perroni y Christopher, no tenían las grandes voces, y al final no se requería tanto, porque la estrategia iba más allá, pero al menos, quebrarse un poquito más la cabeza con lo que iban a lanzar.
Teniendo esto como referencia, tenía la curiosidad de ver qué había hecho Netflix con este fenómeno, porque aceptémoslo lo fue, le guste a quien le guste, y no lo defiendo, pero sí hay que ser claros que hicieron gran eco, hace casi 20 años, con un producto que vendió mucho, pero hoy, la historia es muy diferente.
Que si bien usa referentes del pasado, y eso se ve desde los primeros minutos y trata de homenajear a las antiguas versiones, queda en el intento, no explota con un proyecto redondo, observando el primer capítulo, ya sabrás lo que vendrá, quién el "malo" y posiblemente el final, aunque ahí, para ser francos, hay un personaje al que descubren, que no me lo imaginaba, pero nada más.
Posee guiños muy pretenciosos que se alejan de lo que pudo hacer sido, o ahorrarse esta producción y crear una nueva; y ya ni porque están en su misma plataforma voltearon a ver productos como "Generación Z", "13 reasons why", "Young Royals" o "Elite" que tanto ha dado de qué hablar, creo que que de alguna manera van dirigidos al mismo público, para ubicar el terreno.
Lo que sí aplaudo es que rompieron los estereotipos, o trataron de hacerlo, no sé si lo hicieron naturalmente o porque tenían que cubrir cuotas de género, de color, de nacionalidades, de situaciones que ya no nos deberían de preocupar, pero sigue sucediendo, para que hubiera una "aceptación" o tratara de verse así.
Aunque confieso que me brinca un poco, o mucho, escuchar voces de diferentes nacionalidades, y no estoy en contra de que se haga, al final, sólo nos divide una franja, pero aquí a veces no se entendían ciertas referencias, modismos, o puede ser que la dicción de algunos actores no ayudaba.
Y en cuestión de actuación no se puede pedir mucho -aunque si ya están en las grandes ligas, debería- y más si recordamos que la serie original no poseían a los grandes histriones, imagínense, Ninel Conde era la mamá de una de las protagonistas, el chiste se cuenta solo; regresando a los "nuevos", hay un sube y baja, no son constantes, se ve que existen tablas de algunos, otros están intentándolo, y uno que otro, ni cómo creerles.
Y lo peor del asunto, siento, que pensaron que con la música, iban a poder rescatar todo lo anterior, pero no, no sucede, lo acepto, sí hay algunas interpretaciones "medio monas", tal vez una que expresé un "¡wooow!", a secas, pero nada más, el resto no ayuda mucho a que terminen de embonar a la perfección los elementos que integran el nuevo "Rebelde".
O quizá, yo sólo hable desde "otro piso" y la generación a quien están dirigidos les encantó, habrá que preguntárselos...