Los grandes (des)atinos de Masterchef Junior

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Lo acepto, he visto cada una de las temporadas de "Masterchef México" a lo largo de 7 años, me he emocionado, de repente he llorado, me he enojado, y después de tanto tiempo, ya se veía la debacle del formato, y no lo digo deseando que le vaya mal a la emisión "Junior" pero existen decisiones que se han tomado que dan pena ajena, recordemos tan sólo que desde hace dos temporadas han dejado que el barco navegue sin rumbo fijo, sin un capitán que tome las riendas correctas.

Hagamos memoria y la mal llamada "Celebrity" con la pésima conducción de Rebecca de Alba (y no por ella, sino que se veía acartonada, sin una dirección, bueno, cuando estaba, no se percibía como en otras ocasiones la he visto) estuvo somnífera, y anterior a esta, fue la más aburrida, los concursantes no ayudaban mucho y el resultado de la ganadora fue lo peor.

Lo orgánico que disfrutamos  en los primeros años, la identificación, pero sobre todo, la energía que se emitía, ya no existía, y es por eso que quise ver qué resultado tenía invitar a la reina de los niños, con un chef desconocido (y guapo, no lo digo yo, así lo están vendiendo), una "influencer", una adolescente recomendada y el ganador del segundo Masterchef Junior, con la Chef Betty y el chocolatero más famoso de nuestro país.

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Quién más sabe hablar con los niños que Tatiana, nadie lo niega, sí, posee un angelote, sí la quiere la cámara, si, la gente también la extrañaba  en tv, pero no sé si este concepto es el indicado para ella, hace un buen trabajo y hay una energía que emana, por eso quiero ver cómo es su evolución en la emisión.

Y los primeros minutos se percibió la escenografía, impactante, colorida, creo que fue uno de los mayores aciertos, sobre todo que le quitaron la seriedad de las temporadas anteriores.

La Chef Betty es lo mejor y siempre lo he dicho, su simpatía y carisma ayuda; al igual que el Chef Josera, ambos ya se la saben, los dos saben decir las cosas, cómo y en el momento, son sutiles pero al mismo tiempo directos y claros con los participantes.

El nuevo chef que se ve que es su primera vez, muy cuadrado queriendo embonar, tratando de ser simpático y a mí no me convenció, honestamente. Es la segunda vez que lo veo y ¡meeeh!, sí se ve que hace falta Herrera o en su defecto, Benito.

¿A quién se le ocurrió traer a la señorita Bebeshita, espero que lo haya escrito bien, a este programa?, ¿qué tiene que ver con los niños? ¿qué tiene que ver en la cocina?, no es nada en contra de ella, de verdad, pero no entiendo su "gran función" ahí... ¡aaah! seguramente fue un alto mando de la televisora que quiere que desfile por todos los programas al igual que Alana.

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Sí, aquella niña, ahora adolescente, que ganó la primera temporada de niños y no es mala onda, en serio, hace falta echarse un clavado a los comentarios de la gente que sí ve el programa cuando suben una foto de la "sobrina de Anette", para saber que no es la mejor opción, por respeto, no las repetiré aquí, pero no sale nada librada en cuestión de aceptación del público, y esto ha sido durante las anteriores temporadas.

Lo más importantes son, en teoría, los 20 participantes, ya sabemos quiénes están recomendados, quienes ya más o menos saben que piso están tocando, y no hace falta ser Einstein para que lleguen a la final, así es, finalmente es un reality, pero también un show y saben perfecto cómo hacerle para que los pequeños griten, lloren, se asusten, para que le "entren" al juego, y así funcionan las cosas.

No sé, las decisiones que han tomado últimamente acerca de esta "minita de oro" no han sido las más óptimas, ya se puede ver las versiones de diferentes partes del mundo y siento que son más entretenidas, incluidas la de Masterchef Latinos, que por cierto están el chef bigotón y Herrera.

Así que le seguiré dando el beneficio de la duda a esta temporada, a ver en qué me pueden sorprender...