"Pasen, pasen, niñas y niños de todas las edades al extravagante universo de Pedro Melenas", es así como nos recibe el maestro de ceremonias, Timoteo (Eduardo Siqueiros), a este circo en donde conoceremos varias historias infantiles, muy lejanas de las tradicionales llenas de jardines, mariposas, dinosaurios, cerditos, flores, besos de amor u objetos que hablan.
Aquí, las creaciones llenas de un gran humor negro nos introducen en mundos de niños que no quieren comer, que son crueles con los animales, que se chupan el dedo o que les gusta jugar con cerillos, así de rara... y divertida es esta puesta en escena.
Lo confieso, no he visto mucho teatro infantil, pero “Pedro Melenas y otras Historias para Desobedientes” contenía elementos que hacían imposible no verla: la dirección de Artús Chávez, la escenografía e iluminación de Félix Arroyo, el diseño de vestuario de Giselle Sandiel y por supuesto, la participación de Lalo Siqueiros y Anahí Allué.
Y no erré, terminé con una gran sonrisa, nadie me la vio, gracias al cubrebocas, pero al salir del Teatro Julio Castillo sentí un gran apapacho al corazón por todos los que aparecen, no sólo Lalo y Anahí, sino también Margarita Lozano, Nohemí Espinosa, Rodrigo Virago y Christopher Aguilasocho, quienes son exactos, divertidos, se entregan en este hilo de mantener, en especial, a los niños con los ojos bien abiertos, involucrados y llenos de risa... o gritos.
La adaptación de Artús Chávez del libro alemán Der Struwwelpeter, escrito por Heinrich Hoffmann, esta lleno de personajes estrafalarios y obscuros quienes pondrán el dedo en la herida para hacer pensar a los infantes, especialmente, en las consecuencias de las buenas o malas decisiones.
Digan lo que digan, pero la música en vivo, claro, cuando es una muy buena interpretación, se agradece muchísimo, y aquí lo es, no importando qué elementos tengan a su mano, Deborah Silberer y Misha Marks nos guían por un camino sonoro interesante, de repente las notas hacen que aplaudas y te emociones por lo que estás viviendo, sintiendo... escuchando.
La escenografía es un punto importante porque es funcional, es detallada, tiene elementos sorpresas interesantes y sobre todo nos traslada a ese circo de tres pistas, a una carpa decadente donde 6 personajes hacen de las suyas contándonos historias poco comunes.
Sólo un detalle que considero que hay que cuidar, en el extremo derecho se percibe cómo un asistente de producción, prende y apaga su celular, mientras les pasa algunos objetos a los actores.
Tuve dos momentos favoritos: en el número de "Marlene la melindrosa", qué joya la canción, la forma y el discurso que posee, sobre todo porque de un acto tan simple, tan sencillo, se pueden hacer muchas cosas y al mismo tiempo hacer que el público se involucre muchísimo más con los actores en escena.
Y el otro es, casi al final, por cuestiones de respeto no diré qué elemento aparece, abriéndose el telón, pero me impactó mucho lo que muestran, la intención, la forma en que un personaje en específico se sorprende, se acerca y que a partir de ahí se mezclarán más sentimientos, ¡qué genialidad!
Sin duda, "Pedro Melenas" no sólo es para los de corta edad, sino para todos los niños, porque más allá de los mensajes que se pudieran dar, existe una invitación clara a ver historias o personajes no tan populares que al mismo tiempo pueden ser muy divertidas, pero que se alejan de las narrativas rosas, o las típicas de acción.
"Esto va a acabar muy mal"
"PEDRO MELENAS Y OTRAS HISTORIAS PARA DESOBEDIENTES"
DRAMATURGIA: Artús Chávez a partir de los cuentos de Heinrich Hoffman
DIRECCIÓN: Artús Chávez
REPARTO: Margarita Lozano, Nohemí Espinosa, Anahí Allué, Rodrigo Virago, Christopher Aguilasocho y Eduardo Siqueiros.
MÚSICOS: Deborah Siberer y Misha Marks.
Teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque