Ese minuto perfecto, ese momento que cuando se te presenta es como un llamado a que estés alerta, a despertar, a que escuches tu voz interior, a que sueñes, a que pidas un deseo, o dos o tres, o los que quieras, mientras que no llegue al 11:12, y lo menciono porque, precisamente en la obra del Foro Lucerna del Teatro Milán, "Todos los Peces de la Tierra", se remiten a esa oportunidad para adentrarnos a un mundo acuático lleno de pérdidas, dolor, pero también, de aprendizaje.
Y es que no es una historia tan fácil de digerir, pero si pudiera resumirlo de qué trata, serían las aventuras de una adolescente, Marina, quien tiene que aprender a navegar por ella sola, no importando a quien tenga a un lado o a quien haya dejado atrás, lo sobresaliente es ir aprendiendo de los peces o de aquel viejo lobo de mar, que encuentras a tus brazadas.
Este hilo narrativo bajo la batuta de Alejandro Ricaño es una fantasía, él hace de las suyas y nos lleva por mundos y oleajes muy peligrosos que nos da un espectáculo donde la imaginación y la capacidad de las actrices Gina Martí y Adriana Montes de Oca, son parte importante de esta la puesta en escena.
Sus caras, las voces, la intención que proyectan en sus acciones, hace que vueles, que navegues con ellas y hasta nades, porque finalmente este viaje en compañía de estas dos grande intérpretes permite que te salpiques, que te permitas columpiarte, que irradies luz, pero al mismo tiempo te abrace esa obscuridad.
Esa confrontación entre lo que se anhela y se tiene, enfrentarse a la vida adulta, que no todo es de color rosa y que no sólo existen sirenas y su singular canto sino también, tiburones.
Creo que hasta el vestuario posee un mensaje, esa vestimenta que portan ellas descalzas, posee dos texturas que me proyectaron, por un lado, esa parte terrenal, madura, más racional; y la otra, más onírica, llena de movimientos y libertad.
Y los últimos segundos de la puesta en escena escrita por Bárbara Perrin son poderosos, te llegan como un clavado de emociones, con un maremoto de piedras inundadas, como un ancla que te avientan sin decirte "agua va".
Así que si quieres conocer de esta historia que te moverá algunas fibras de tu cuerpo, lánzate a ver "Todos los Peces de la Tierra".