Así es, podrás conocer un poco más los secretos, qué es lo que les pasa por la mente a los actores, al director, justo minutos antes de salir a escena. Y es que siempre existen imprevistos, las malas y las buenas noticias, accidentes, dificultades que pueden llegar a dañar el espectáculo que aún no ha iniciado.
La obra escrita por Américo del Río, narra las desafortunadas aventuras de un grupo de actores de distintas generaciones el día que estrenan una versión de Edipo Rey, a cargo de un director de escena quien, a falta de un actor y cegado por su afán de quedar lo mejor posible con los funcionarios que se encuentran entre el público, decide hacer cambios justo antes de anunciar la "esperada" tercera llamada.
Es, sin duda, una crítica directa a quienes sueñan con ser actores, a quienes realizan su trabajo actoral con el corazón, a quienes el ego no los deja en paz, a quienes poseen un carácter fuerte abajo del escenario, a quienes llevan años labrando piedra en el teatro, a las influencias para el otorgamiento de apoyos, a las criticas hacia la labor de un actor, en fin, posee muchas aristas que se mezclan para que este barco navegue por buen camino.
Y no creas que esta historia es solemne, muy al contrario, posee un sentido del humor que se disfruta, es profunda en cuestión de contenido, pero no busca los "tres pies al gato", se aprovecha del gran trabajo de iluminación y escenografía, para recrear ambientes, ya que en unos cuantos segundos pasan del camerino de un gran teatro al inmenso escenario de éste.
Quienes realizan este juego de papeles, esta dinámica que nos lleva por una carretera de emociones, pero sobre todo risas son: Enrique Arreola, Hamlet Ramírez, Samantha Coronel, Luz Olvera, Miguel Narro, Francisco Yllana, Estephany Hernández y Américo del Río.
Y con esto, obviamente, no quiero aminorar la participación del resto de los actores y mucho menos, a la de Enrique Arreola, quien posee un personaje increíble, que desarrolla un gran monólogo, donde rompe etiquetas y aborda la relación que existe entre el espectador y el intérprete, sin tapujos, sin máscaras y sobre todo con un humor que quieres que siga él solito, para disfrutarlo un poco más.
Confieso que hay que hay un punto que me gustaría abordar y ahí sí podrían decir que ¡qué mamón!, pero siempre he criticado "la participación del cigarro" en las obras de teatro, y más cuando estás en las primeras filas, es terrible tener que olerlo, que aguantarlo, y aquí, yo estaba en la "J" y con todo y cubrebocas, percibí el "saludable" aroma. Era terrible. Aunque tengo que aceptar que en esta ocasión, sí, podría justificarse que algunos actores lo prendan.
Independientemente de este punto, es una obra que se disfruta mucho, que recomiendo ampliamente por su ritmo, por lo que se logra, porque es simplemente entretenida, desde el minuto uno te adentras en la historia y cada uno de los personajes te va envolviendo con sus miedos, deseos o sueños, y al final confirmes que vale toda la pena ir al teatro.
"Quien no haya apagado su teléfono celular... es el momento"
¡Qué Arda Tebas!
Teatro Helénico
Dramaturgia: Américo del Río
Dirección: Juan José Tagle
Elenco: Lucero Trejo, Enrique Arreola, Hamlet Ramírez, Samantha Coronel, Luz Olvera, Miguel Narro, Francisco Yllana, Estephany Hernández y Américo del Río.