La cena de navidad es uno de los momentos más esperados del año donde, se presume, que existe armonía, felicidad infinita, todo está en paz e inundan detalles dignos de celebrar, pero, no siempre es así y un ejemplo de ello es la historia de "Los Humanos", escrita por Stephen Karam y dirigida por Diego del Río.
Cada integrante de la familia carga un costal con problemas, con miedos, con situaciones que viene arrastrando de hace años, con sueños frustrados, con alegrías escondidas y en esta cena salen a relucir todos o la mayoría de ellos, siendo nosotros testigos de una dinámica muy peculiar.
Y aunque esta historia haya sido ganadora del Pulitzer y un Tony a Mejor Obra en 2016, no era mi razón para ir a verla, de hecho no quise ver la película de 2021 antes para no "contaminarme" del desarrollo y aunque es una adaptación, quise sorprenderme y sí, sucedió.
Principalmente, por las actuaciones del sexteto, cada personaje está pulido, hay una verdad en sus palabras, en las miradas, en las acciones que realizan, en cómo de desenvuelven en el escenario, me emocionaron ciertas situaciones que de alguna manera, he vivido, pero sobre todo ese hilo conductor que nos guía en un viaje, por qué no decirlo, de amor.
Confieso que el inicio no me gustó, no entendí porqué lo abordaron de esa manera, siento que se la pudieron haber ahorrado, y se entendería muy bien la historia, no le agrega tanta consistencia al desarrollo, es más, sin esta parte nos hubiéramos ahorrado varios minutos sentados en el Foro Shakespeare.
La adaptación de la obra es, sin duda, una de sus mayores fortalezas, porque gracias a Paula Zelaya Cervantes se percibe la historia muy cercana, como si fuera una familia que conoces, incluso puedas reconocer algunas situaciones que transcurren como si tú las estuvieras viviendo, es el reflejo de lo que podríamos ser, es un espejo para redescubrirnos, en definitiva, fue un gran acierto trasladar la esencia a las "paredes chilangas".
Porque, además, maneja un humor con tintes negros, que en ciertas situaciones podría ser muy delicado, pero funcionan, la manera de contraponerlo ayuda a que la historia se nos aligere, sobre todo cuando aparecen los comentarios o las acciones del personaje de Pilar Flores del Valle.
Confieso que algunas decisiones del director no me agradaron como el armar un segundo piso del departamento en el que viven sus protagonistas con un tapanco ubicado a la izquierda de las asientos, que aunque pudiera ser gran idea porque en ambos espacios se desarrolla la historia, no era agradable y menos para el cuello, estar observando, a veces, ambas áreas, y además, depende dónde estuvieras sentado verás (o no) las caras y movimientos de los actores.
El tratamiento no me encantó y más si hablamos de más de dos horas de duración, y sin dejar de comentar que a mi alrededor había gente comiendo y bebiendo, lo sé porque se escucha, y tal vez al recinto no le interese este tema, pero al menos, los actores deberían comentar, previo a iniciar la función, cuando piden apagar su celular, también "exigir" que se aguanten las ganas de ingerir algún alimento y ponerse el cubrebocas.
Y otro detalle que sí odié, y mucho, a lo largo de la historia, aparecen ciertos ruidos de imprevisto, y se realizan en varias ocasiones, con una o dos veces siento que se hubiera entendido o al menos disminuir la intensidad, si el director quería que me exaltara y se me pusieran los "pelos de punta", lo consiguió.
Y ojo, no estoy diciendo que no me gustó "Los Humanos", siento que es un texto muy poderoso, que te pone a reflexionar de ciertos temas como la vejez, la muerte, el poder adquisitivo, la falta de oportunidades, por mencionar algunos; las interpretaciones de los actores están en un camino correcto y en los aplausos lo agradecí, pero la manera de visualizarlo no me convenció del todo... y mi cuello menos.
LOS HUMANOS
Foro Shakespeare
Dramaturgia: Stephen Karam
Traducción y adaptación: Paula Zelaya Cervantes
Dirección: Diego del Río
Reparto: Concepción Márquez, José del Río, Pilar Flores del Valle, Luz Aldán, Paulette Hernández y Nacho Tahhan.