Haciendo memoria, no había visto ninguna película de Pinocho en toda mi vida, si mis recuerdos no me fallan, sólo, tal vez, algunas escenas de la de Disney, pero la película completa no, y ante el estreno de la versión de 2022 y la de Guillermo del Toro, decidí no sólo checar las tres, también me di a la tarea de observar la italiana y la futurista, para ver cómo habían interpretado cada director, la novela "Las aventuras de Pinocho" del escritor italiano Carlo Collod.
El primer largometraje fue la animada estadounidense producida por Walt Disney Productions, estrenada originalmente por RKO Radio Pictures el 7 de febrero de 1940, y en esta versión abre con la canción "When you wish upon a star" para dar pie a la conciencia (Pepe Grillo) de Pinocho para que nos cuente cómo nació el niño de madera, gracias al trabajador Gepetto y la magia de el Hada Azul.
Me gustó la simpleza del relato, la manera de dar un mensaje de ser bueno y hacer las cosas correctas, hay cosas un tanto absurdas, pero que se perdonan, y me brincaron algunas situaciones como si era un filme infantil el padre de Pinocho fumaba, y en otras escenas había cigarros por doquier, pero el final, me agradó, siento que para los niños de aquella época fue muy disfrutable, divertida, muy a pesar de la voz del niño actor, Mario González.
A su vez, P3k: Pinocho 3000, la película del 2004 está llena de ciencia ficción y fantasía animada, dirigida por Daniel Robichaud, observamos al inventor Gepetto en la ciudad de Scamboville que crea a un pequeño robot con la personalidad de un niño de carne y hueso, que quede claro, aquí no verás a su famosa conciencia sino a un pingüino llamado Spencer, además, hace una alianza con una niña llamada Marlene.
Considero que esta versión está desarmada, sino fuera que el pequeño robot Pinocho se llama así, seguro no sabríamos en qué está basada, siento que que los personajes no poseen una verdad, siento que están hechos al vapor, imagínense la amiga del niño robot que quiere ser humano lucha contra su propio padre. Siento que lo único que me llamó la atención fue cuando a él le crece la nariz y la inocencia que posee, de principio a fin.
En 2019, Roberto Benigni dirigió y protagonizó "Pinocchio", una versión italiana que de primera instancia es la más obscura de las cuatro, en donde el buen carpintero Geppetto decide hacer un títere y éste mágicamente es capaz de caminar, de moverse, de hablar, además de meterse en grandes problemas y es donde observamos qué tan cruda puede ser una historia.
Siento que es la versión más absurda, la que menos disfruté de las cuatro y donde, hasta odias al niño, ya en algún momento quieres que termine, no te interesa qué le pasa al niño, no hay ningún personaje que te atraiga, es más ni Pepe Grillo es carismático o interesante. Tal vez lo más bonito fue cuando padre e hijo salen de la ballena y lo que pasa después, pero nada más.
La película estrenada en Disney Plus, un film live action dirigido por Robert Zemeckis, con Tom Hanks y Benjamin Evan Ainsworth, interpretando al carpintero Gepetto y al muñeco de madera, respectivamente, es la más similar a la de 1940, siento que sacaron lo mejor de aquel producto y lo limaron para hacerlo mas bonito, y sí está más estético, y a pesar de que Pinocho es más carismático, siento que le falta profundizar en más cosas.
Sí, me encantó el personaje de "Pepito", el encuentro con él mismo; la manera de saber un poco más del padre del niño de madera; Sofía, la gaviota; el viaje por la isla de los juegos; pero en general, siento que le falta más emoción, más entusiasmo y pasará, sin tanta pena ni gloria. Y spoiler alert, aquí el niño de madera no fuma, sólo pasa por su mano tarros de cerveza, pero en ningún momento, obvio, lo vemos tomarlas.
A su vez, la producción audiovisual más reciente, la de Guillermo del Toro, presume de ser la más humana, la más obscura, con un humor específico, con un hilo que te lleva a descubrir más fibras de ese niño creado por el dolor de un padre, claramente usando la técnica stop motion, donde no sólo abordan la infancia y la fantasía, sino también temas como la muerte, la guerra, la paternidad y la amistad.
Esta última versión fue la que más me gustó, abordan no sólo la vida de Pinocho, también amplían la de Gepetto y profundiza más que, quizá, las anteriores, de las lecciones de la vida, desde una perspectiva más compleja y quizá más cruda, pero mostrando una belleza de principio a fin, independientemente de la apariencia de Pepe Grillo.