Si hay algo que me hace feliz, y quienes me conocen lo confirmarán, es asistir a ver una obra de teatro y no me interesa mucho si está en un recinto poco conocido o si posee un gran "armatoste" detrás que le ayuden a impactar a más personas; lo que finalmente busco es la experiencia, esa que te deja huella para recomendarla o que tiempo después la recuerdes gratamente.
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| Compañia HAT |
Y buscando obras que ver, me topé con "Nostalgia Me", una puesta en escena que había estado en La Teatrería pero ahora se mudó al Foro Emilliere, y confieso que el título me llamó la atención, ese juego, quizá de palabras, de ideas que podrían funcionar, pero, al final de la historia creada por Luis Antonio Solórzano, no sentí una conexión, me sentí ajeno.
La puesta en escena aborda esas conversaciones que nos hacemos en la cabeza mientras tratamos de conciliar el sueño, mientras queremos tomar una decisión importante; relaciones de pareja, pero también, qué tan bien estás tú para seguir o dejar una conexión amorosa con otra persona.
Me agradó que proyectaron que cualquier relación, o pareja posee problemas, decisiones que tomar y al final, cada quien es responsable de lo que hace (o no) consigo mismo y para los demás. De esta manera, el sexteto intercambian papeles, por momentos, porque al final, ahorita puedes estar con alguien, pero antes estuviste con otras personas y es historia, tu historia, la historia que tú sólo puedes contar. Y ese "juego" lo aplaudo.
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| Compañía HAT |
Una gran obra es cuando observas un espectáculo redondo, cuando la proyección es tan fuerte que te deja impactado o te movió más allá, el chiste es ver qué funciona, qué aporta a la obra y que/quienes no, y en esta ocasión percibí como si estuviera presenciando un taller de teatro, acciones que no necesariamente podrían funcionar en una puesta en escena como tal.
Y me refiero a algunas decisiones como cuando el sexteto repetía frases o palabras al unísono, o trataban de hacerlo así, no entendía para qué, en varias ocasiones, se veían como si estuvieran en la escuela, en un coro o una exposición y perdía claridad, intención; o bien, ciertos momentos que sentí que estaban más preocupados en mover algunos elementos escenográficos que en desarrollar su papel; sin mencionar el final que lo sentí sin tanta fuerza.
Un punto que podría ser muy atractivo es el instrumento musical, en vivo, pero al no aportar mucho más que la música de fondo, al no integrar de lleno lo que se toca con lo que se cuenta, en la mayoría de las ocasiones, podría estorbar tanto como lo que realiza el intérprete que toca el ukulele, se movía de un lado al otro, y puede llegar a ser un punto distractor o basta decir que en alguna ocasión percibí que casi choca con alguien en el escenario.
Quizá pudo haber sido un proyecto más interesante, si se hubiera enfocado a lo primordial, un poco más de lo que estaba pasando por sus vidas, menos gritos, omitir segundos de todos hablando al mismo tiempo, algunas interpretaciones medio me gustaron, otras las sentí muy poco creíbles, sobresalgo la de Perla Manrique, cara, voz, gestos, pero, cuando empieza a gritar ahí se desdibuja lo que había conseguido.
Y un detalle más, siempre he levantado la voz al respecto, y lo seguiré haciendo, que en los espacios teatrales permitan el acceso a alimentos y bebidas, por obvias razones, no se necesita recalcar el porqué, es más, yo le preguntaría a todos los actores si les molesta este punto y desde ahí me basaría para saber sí vendo "garnachas" o no, y yo sé que esto es un negocio y además lo hacen para "complacer" a un cierto público. Y el Foro Emilliere no sólo está aceptando este hecho, sino que hay un letrero que lo confirma y hasta me atrevería a invitar a hacerlo, muy independientemente de lo serviciales que pueden ser las personas del lugar. Afortunadamente en la función que asistí no hubo nadie ingiriendo (al menos de la tradicional bolsita de celofán) y eso lo agradecí enormemente.
NOSTALGIA ME
Teatro Emilliere
Dramaturgia y Dirección: Luis Antonio Solórzano
Elenco: Perla Manrique, Bibi Guzmán, José Ángel González, Luis Antonio Solórzano, Valeria Humbert, Iván Llera Lugo y Hernán Castañeda.