Cuando se piensa en personas de la tercera edad, se les podría imaginar con esas caras dulces, llenos de ternura, con una mirada tranquila, algunos, con un genio "exquisito", por decirlo de alguna manera, pero detrás de ese gesto, de esa voz, de esa experiencia, puede haber una historia detrás, un deseo escondido, un antojo anhelado, una bomba sexual que nadie se lo podría esperar, y más cuando llega la esperada "Blanca Navidad".
Que en la puesta en escena del Teatro Sergio Magaña, "Cuentos Negros Navideños", no es para nada blanca, es obscura, es gris, así como el humor, así como el cuarteto de monólogos que nos cuentan el trío de intérpretes, ya que no verás nevar, ni una pastorela, mucho menos villancicos o regalos aburridos que comúnmente se dan en esta temporada.
En esta obra dirigida por Ginés Cruz y Boris Schoemann, María Elena Olivares, Miguel Ángel Barrera y Ginés Cruz interpretan cuentos escritos por el quebequense Yvan Bienvenue, que abordan la sexualidad de algunas personas de la tercera edad, así como la soledad e invisibilidad que pueden llegar a tener en la sociedad actual.
Y no sólo me llamó la atención por los temas, que rara vez se abordan en el teatro, también del humor con el que fue llevado, a través de frases desencarnadas posee una reflexión detrás, una risa nerviosa detonada de alguna experiencia, por ejemplo, ¿cuándo habías escuchado a una señora de la tercera edad mencionar la palabra "verga" sin miedo, de una manera natural?, o bien, decir qué desea que le hagan en la cama.
Y esto me parece muy atractivo porque en decenas de ocasiones, en el teatro, hemos visto los intereses y deseos de adolescentes, de adultos jóvenes, de parejas recién casadas, par de gays, tal vez, personas maduras, pero al menos, yo no había observado sin tanto tapujo, habla con un lenguaje feroz, directo, un tanto crudo, sin límites.
"Tancredo y Rosalinda", interpretado por María Elena Olivares, aborda la historia de dos ancianos que para consumar el amor que se empiezan a profesar acceden a una página y piden por correo la pastillita que los pondría a tocar el cielo; a su vez, en "Panza voladora", el hombre (Miguel Ángel Barrera) es testigo de lo que ocurre en una iglesia, entre el cura y una viejecita, que todos los días se va a confesar de “pecados lascivos” que comete con frutas y verduras.
Ginés Cruz nos muestra en "Bonita pierna", a un hombre que observa a un anciano que camina en un famoso centro comercial y, de pronto, pierde la prótesis de su pierna mientras sube las escaleras eléctricas y por orgullo no regresa a recogerla. Aquel mirón cuenta las aventuras “que vive esa pierna” en medio de tanta gente.
Para cerrar, regresa al escenario Olivares quien nos comparte "Cocalina", un texto que plantea la urgencia de una anciana por satisfacer sus deseos sexuales que la lleva a contratar a un joven sexoservidor por el cual pagará demasiado alto.
De los cuatro, el mejor llevado y mi favorito fue el tercero, el que me hizo más reír, de alguna forma hay una interacción más fuerte con el público, me encantó cómo realiza la presentación del personaje y también cómo con su tono de voz y miradas ayudan a que veamos la "pierna" de un lado para el otro.
Siento, tal vez, que le falta ritmo, tanto entre un monólogo y otro, y el soliloquio final, es el que más me costó trabajo, entender, asimilar; además, el segundo tengo que decir que en algún momento me perdió, sentí que el actor me estaba regañando, el mismo tono casi todo el tiempo y me hubiera encantado saber porqué inicia vestido así, además sin saber caminar bien en tacones.
Hay un aspecto que quiero señalar, y no es de la producción de la obra, es más bien del teatro porque a mitad de la función se empezaron a escuchar canciones de cumbia y sospecho que es del terreno de a lado y la verdad qué molesto es, sobre todo, si hay un silencio, y el actor/actriz están hablando, rompe mucho con el juego, con la dinámica. Debería de haber una manera para tratar de mitigar ese ruido.
"Ser una mujer, ser una anciana como yo, no es fácil"
CUENTOS NEGROS NAVIDEÑOS
Teatro Sergio Magaña
Dramaturgia: Yvan Bienvenue
Dirección: Ginés Cruz y Boris Schoemann
Elenco: María Elena Olivares, Miguel Ángel Barrera y Ginés Cruz.