Dicen que "la realidad supera la ficción", pero en el caso de la "Jauría", la realidad no necesita de una simulación para vencerse, es la cruel verdad la que te deja perplejo, la que te deja sin palabras queriendo aún gritar y admirándote de lo que puede llegar hacer la raza humana por otro semejante, y es que en México mas de 10 mujeres son asesinadas diariamente y sólo el 24% de los casos es investigado como feminicidio, claro, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Y ojo, esto no lo menciono en tono alarmista sino para enfrentarnos a lo que viven las mujeres día a día, y darnos cuenta que como sociedad, aún nos falta mucho por aprender, por hacer, por alzar la voz, por no quedarnos callados ante crueles y bajas acciones como el de la puesta en escena del Foro Lucerna dirigida por Angélica Rogel.
Que aunque es un caso basado en fragmentos de los testimonios que ocurrieron a una joven de 18 años, en julio del 2016 durante las fiestas de San Fermín en Pamplona, España, bien hubieron haber sucedido en nuestro país, porque la violencia en México no cesa, no para, desafortunadamente, pero no por eso no se va hablar de ello, al contrario, siempre habrá suficiente garganta para ello.
Las primeras palabras de Ana Sofía Gatica frente a pedestal te dejan frío, no hay manera de escaparte de lo que vas a presenciar: una violación, pero no sólo este hecho tan atroz, sino la revictimización por la cual tuvo que pasar la joven al presentar su denuncia, obligándola a recordar lo que vivió en carne viva, lo que sufrió, cuestionándola para desvirtuar los hechos y tratar de dar a los acusados una condena menor.
Sí, es muy fuerte leerlo, demasiado intenso verlo en escena, y observar a la actriz desgarrarse, sentir lo que la española sucedió, tenerla a escasos dos metros de mí es escalofriante, esa mirada firme, esa potencia al hablar y no sentirte enojado, angustiado, incómodo de lo que ella tuvo que pasar, no en vano fue un caso que conmocionó a la sociedad española y puso a prueba su sistema penal.
Y ella no está sola en el escenario, comparte créditos con Rodrigo Virago, Roberto Beck, Daniel Bretón, David Calderón León y Eduardo Tanús quienes interpretan a los victimarios también a otros personajes como jueces, abogados, medios; y en general, sustentan perfectamente, me gustaron, en el sentido que crearon un ambiente, hay una sinergia completa, se hablan con la mirada, aunque, confieso, que hay algunas decisiones de dirección acerca de los movimientos que hacen que no me encantaron, pero puedo llegar a entender.
Las actuaciones del sexteto son un gran acierto, ella posee más trabajo en sus espaldas y se percibe, es contundente, firme, sobre todo porque realiza dos papeles y cuando la observas en el segundo, vez otra fuerza, otra cara, otro tono de voz que al final, agradeces de la entrega que se imprimió aquí.
Un pedestal, seis sillas y unas mamparas fueron los únicos recursos escenográficos que había en el foro del Teatro Milán y fueron más que suficientes para llevarnos por un camino difícil de creer, son elementos con los que juegan a la verdad y se las creí, junto con la iluminación y sonido recrean momentos, ambientan palabras, frases de crueldad, acciones que no deberían de repetirse.
De hecho, me llamó la atención que al terminar de aplaudir, los actores se retiran, se prende la luz del foro y se hace un silencio sepulcral entre el público, hay segundos que aún sientes la angustia, la impotencia de lo que se acaba de mostrar, la tristeza de la raza humana, y sí, es una obra que incomoda, enfurece, pero, nuestra realidad duele mucho más.
"No, en ningún momento me dijo su nombre"
JAURÍA
Foro Lucerna
Dramaturgia: Jordi Casanovas
Dirección: Angélica Rogel
Reparto: Ana Sofía Gatica, Eduardo Tanús, Antonio Peña, Daniel Bretón, Roberto Beck, Rodrigo Virago y David Calderón León.