Cinco años han transcurrido desde que "Noche de Reyes" ofreció su primera función, y después de ésta vinieron grandes comentarios en redes, buenas críticas, localidades agotadas, además de premios y yo, lo acepto, no fui a verla, no sé si por mi prejuicio o por mi desidia no lo hice, pero este año tuve la oportunidad hacerlo y aún me sigo preguntando por qué no lo hice antes.
Y es que es una gran experiencia ver esta puesta en escena adaptada y dirigida por Alonso Íñiguez, de principio a fin, te mantiene cautivado desde que sale Festen ‘Fiestas’, el narrador andrógino, interpretado por Adriana Montes de Oca, para presentarnos "Si la música es el alimento del amor" y quienes estarán en el escenario, y desde ahí empezamos a conocer el tono de la obra, de qué va, en qué barco has decidido navegar.
Éste espectáculo aunque sí es para todo público, los puristas y los mochos no podrán disfrutarlo libremente, y los intérpretes lo dicen desde un inicio “Al carajo las reglas y el rigor”, ya que en este universo atemporal que mezcla la comedia, el cabaret, la fiesta y la música en vivo, se juga libremente con el concepto de identidad, donde se intercambian los roles de género: las mujeres interpretan el rol masculino y viceversa.
Y es que escuchamos al unísono “Si eres hombre y quieres ser mujer, o si sólo te quieres disfrazar, bienvenido seas a este teatro, que aquí no te vamos a juzgar”, palabras tan sencillas y complejas al mismo tiempo, que retumban para hacernos partícipes y disfrutar de lo que acaba de comenzar y lo más increíble es que sucede, lo gozas de todo el poder que posee este espectáculo.
Un naufragio es el origen de todo, es la semilla para entablar nuevas relaciones y desde que una mujer llamada Viola (María Penella) aparece en Iliria, territorio del duque Orsino (Julián Segura) y decide hacerse pasar por hombre para pasar desapercibida en el reino al que ha llegado, se crea un triángulo amoroso entre aristócratas que no conocen su verdadera identidad.
Quienes completan el reparto de la obra del Teatro Milán son Diana Bovio (Olivia), Carlos Aragón (Malvolio), Jacobo Lieberman (María), Pablo Chemor (Sir Tobías), José Ponce (Sir Andrew) y Antonio Alcántara (Sebastián).
El cast es un gran acierto, me gustó mucho porque cada uno de los 9 intérpretes lo identificas, descubres su personalidad, posee una energía que individualmente luce, impacta, y hay momentos que aprovechan para brillar; y también, cuando están juntos son un verdadero agasajo, no hay otro calificativo,
Uno de los primeros detalles que observé cuando empezaron a salir los intérpretes al escenario fueron sus vestuarios, me impactaron, por que sí son excéntricos, modernos pero también tiene un por qué el personaje lo porta y ayudan a la identificación de ellos a lo largo de la historia. Aplausos al responsable de esto: Mauricio Asencio, quien además diseñó la escenografía e iluminación.
Esta adaptación de la obra escrita por William Shakespeare contrario a lo que muchos podrían pensar, se aleja completamente de lo solemne y seria, y adquiere magia, mucha irreverencia y desenfadado de todo lo que observas frente a ti, pero sobre todo de lo que escuchas.
Y es que uno de los grandes aciertos de esta historia es la música compuesta por Pablo Chemor, no existe manera de no disfrutarla, de no abrazar esas voces y caer rendidos para que sigan cantando, sin dejar de mencionar aquellas notas de piano, acordeón y batería, interpretadas en vivo por el mismo director musical, José Ponce y Jacobo Lieberman.
Y sí, en efecto, si sigo teniendo memoria para cuando suceda, desde mi ataúd recordaré "Noche de Reyes", o al menos la divertida que me di viéndola, y mientras eso pasa podré escuchar los tracks musicales en Spotify o Youtube de la obra que además del Teatro Milán también estuvo en el Teatro Helénico y en el Foro Shakespeare.
"Todos quieren ser lo que no son"
NOCHE DE REYES
Teatro Milán
Dramaturgia: William Shakespeare
Dirección: Alonso Íñiguez Sosa
Música Original: Pablo Chemor
Reparto: Adriana Montes de Oca, Antonio Alcántara, Carlos Aragón, Diana Bovio, Jacobo Lieberman, Julián Segura, María Penella, Pablo Chemor y José Ponce.