Al entrar al Foro Shakespeare es inevitable observar los centenares de zapatos, botas, botines y tenis esparcidos en casi todo el escenario, los cuales acompañan a dos sillas de diferentes tamaños y casi 30 lámparas que servirán de guía para que se ambienten diferentes escenas de la obra de Guadalupe Nettel, "El Cuerpo en que Nací".
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Éste es un espectáculo que nos lleva a ponernos nuestro calzado más cómodo, agarrar nuestra maleta llena de miedos, inseguridades, fortalezas y retos para salir de viaje con María Perroni Garza y Paulina Treviño (o Tamara Vallarta), quienes nos transportan a la "corta" vida de Lupita conociendo cómo fue su infancia, su primer amor, sus primeros salidas de México, sus relaciones familiares, amigos.
La historia dirigida por Benjamín Cann está contada desde dos voces: María interpreta a la niña que busca respuestas y Paulina a la mujer que recuerda lo que vivió; aquí que vamos descubriendo a esa niña que nació a finales de los años de la década de los 70, que se enfrenta con al inevitable reto de crecer y encontrar su propia identidad.
La fuerza del texto se va imprimiendo poco a poco, hay un hilo que no te deja que te pierdas, es interesante cómo se ve proyectado esta narrativa, porque además, no somos ajenos a este discurso, alguna vez nos hemos sentido "cucarachas", entonces, quizás, te hace recordar algunas situaciones que hayas vivido en algún momento de tu vida.
María Perroni Garza está mejor que nunca, la he visto en otros proyectos, y aquí, se desenvuelve como pez en el agua, roba la atención, conquista con su naturalidad al interpretar, con sus palabras, con su manera de abordar su(s) rol(es). Hay un momento que existe un "cambio" en su personaje y con una pequeña acción que realiza, observas ese crecimiento y eso me dejó impactado.
Además, por su orgánica capacidad que posee al atraer las miradas, hacer una sinergía con el público muy interesante y se siente que posee un respeto por el sitio que está pisando y lo que significa, esto es lo que debería de tener, como mínimo, los intérpretes que se suben al escenario a contarnos una historia.
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A su vez, Paulina Treviño se desenvuelve muy bien, disfruté mucho su actuación, las miradas, la entrega que realiza de su papel que sirve de contrapeso para María, se percibe exacto, muy bien trabajado, siento que esta mancuerna está muy bien amalgamada, hay complicidad.
Un gran acierto, son los diferentes tipos de iluminación mezclados que con ayuda del dúo nos lleva a estar en unas escaleras, en la casa de la abuela, en un campamento, en Francia, no se necesitan grandes cambios para que podamos revivir los recuerdos que ellas nos están contando.
La decisión del director de poner centenares de zapatos, lo podría entender y por más que me gustó, también mi "toc" hacía que intentara contarlos minutos antes que empezará la narrativa y cuando inició, al ver que las actrices tenían que esquivar para poder caminar entre ellos, me preocupaba un poco, que alguna de fuera a caer. Siento que fueron muchísimos, que bien pudieron haber sido la mitad y se hubiera entendido muy bien el mensaje.
"El Cuerpo En Que Nací" es una enorme sacudida, ese movimiento que implica aceptar y querer tu cuerpo así como está; además de encontrar nuestros verdadero calzado, el que te queda a la perfección, aún habiendo nacido con un defecto en el ojo, en una casa hippie, incluso, haciéndote creer que eras una cucaracha.
"¿Qué tanto de nosotros es nuestro cuerpo?"
"Cada día vamos ganando tatuajes y cicatrices (voluntarios e involuntarios)"
EL CUERPO EN QUE NACÍ
DRMATURGIA: Adaptación libre de la novela de Guadalupe Nettel realizada por Bárbara Perrín.DIRECCIÓN: Benjamín Cann.
ELENCO: María Perroni Garza, Paulina Treviño*, Tamara Vallarta* (*alternando funciones).