Hablar de magia teatral es conseguir que, a través de conocimientos, entrega profesional, sensibilidad y gran talento, el público conecte, se pueda emocionar, se quede cautivo de todo lo que está sucediendo arriba del escenario, es decir, con la boca abierta, y lo acepto, esto me sucedió en el Teatro Manolo Fábregas, el cual no lo tenía en mi radar, es más, si mi memoria no me falla, creo que fue mi primera vez ahí; pero, gracias a 'Todo el Mundo Habla de Jamie' ya lo estará.
Ésta obra inspirada en hechos reales aborda la "difícil decisión" de un adolescente quien no "encaja" socialmente y está aterrorizado por su futuro, desea convertirse en una drag queen profesional, y aunque su mejor amiga y su cariñosa madre lo apoyan, posee personas a su alrededor que intentan arruinar sus grandes aspiraciones.
Una historia que podría parecer muy lejana, si no conocemos el mundo drag no somos parte de la Comunidad LGBT+, pero, es más cercana porque todos en alguna ocasión nos hemos sentido el "raro" de nuestro entorno y ese punto de identificación hace que conectemos con la piel de Jamie, porque se vuelve universal, lo que nos proyectan se convierte en un espejo de lo que sufriste, viviste o estás pasando, y te hace abrir más los ojos de una manera entretenida.
Quien protagoniza esta puesta en escena de Tom Mac Rae, es Nelson Carreras (alterna con Joaquín Bondoni), con quien quedé gratamente sorprendido por lo que hace en el escenario, si bien hay algunos detalles y chistes sosos que no me encantaron, pero, esto ya es un asunto muuuuy personal, puedo decir que se defiende muy bien, sobre todo cuando canta, no sé si haya actuado anteriormente, pero cuando interpreta sus canciones lo disfrutaba mucho más.
Así como todos los de su alrededor, con quienes se rodea están bien armados, en especial: Vanessa Bravo (Pritti) que es fenomenal, la manera de abordar su papel, sobre todo en sus dos números musicales, te quedas impactado; Flor Benitez (Margarte New) quien posee un poder materno impresionante y una voz muy bien cuidada, que en sus trabajos anteriores yo no lo había percibido; Alberto Lomnitz (Hugo) fue quien me dejó más sorprendido por lo que logra emitir, la forma de encarnar su personaje; y Luz Aldán (Ray) que me encantó, sus palabras, cómo se desenvuelve, el toque de humor y realidad que imprime, es delirante.
La magia de la música en vivo dirigida por Analí Sánchez, es arrasadora, desde que escuchas los primeros acordes que se mezclan con las voces del cast agradeces que existan productores que toman una decisión tan certera para tener a más de una decena de músicos tocando para nuestros oídos, porque la manera que llega el mensaje es diferente, es más directo, más emotivo.
Lo que crean Jorge Ballina en la escenografía y Félix Arroyo en iluminación es volcánico, elementos que sabes que están ahí, paneles movibles a la perfección, las luces que te coquetean a cada rato, y en algún momento, si que te des cuenta, hacen erupción, no sólo una ocasión, varias, para ser parte de la historia de principio a fin. Un gran resultado que aporta en cada una de las escenas de la obra.
La puesta en escena es más que una historia de un adolescente inglés que desea usar tacones rojos brillantes, es hablar de aceptación, de amor hacia lo que realmente eres, de pasión a lo que te gusta hacer y el respeto que se debería de tener por los demás, independientemente si usan vestido, pantalones o nada.
No sé si la obra esté perfecta, pero ya la sentí atascada de magia, entrega y pasión, que, imagínense, lo peor de haber ido a este recinto fueron: la butacas tan limitadas, el espacio tan reducido hace incómodo tu estancia; y la voz en off que anunciaba las famosas "llamadas" haciéndose la chistosa, demasiado forzado, sentí que estaba fuera de lugar.
Si con decirles que hasta volvería a verla, y con muy pocas obras lo he hecho; simplemente y sencillamente porque es el suceso teatral, por donde se pueda ver, posee elementos que pueden abrirle más los ojos a varias personas, deleitarte los oídos, conmoverte casi hasta las lágrimas, emocionarte y en especial, porque no necesitas el fuckin Ticketmaster para adquirir los boletos y eso, créanme, es una gran ganancia.
Teatro Manolo Fábregas
Dirección y Traducción: Alejandro Villalobos
Libreto y Letras: Tom Mac Rae
Dirección Actoral: Alberto Lomnitz
Dirección Musical: Analí Sánchez
Diseño de Escenografía: Jorge Ballina
Diseño de Iluminación: Félix Arroyo
Música: Dan Gillespie Sells
Reparto: Nelson Carreras, Joaquín Bondoni, María Filippini, Flor Benítez, Alberto Lomnitz, Rogelio Suárez, Luz Aldán, Tanya Valenzuela, Efraín Berry, Vanessa Bravo, Diego Meléndez, Lexa Fox, Liza ZanZuzzi y Regina Voce.