Confieso que hace 23 años quería verla en Londres, pero, cuando estuve por aquellas tierras, no pude disfrutarla, estaban agotadas las funciones, mis tiempos no cuadraban, en fin, no se logró, y para ser honesto, se me quedó ese "gusanito" de la obra de teatro, porque lo que ambientaba la narrativa era la música de ABBA, sólo por eso quería disfrutarla.
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Así es, las canciones del grupo legendario que miles de personas conocieron, a raíz de su participación en Eurovisión, me gustan mucho, no me canso de oírlas, aunque descubriendo, tiempo después, la historia escrita por Catherine Johnson no era trascendente para mí, no me atraía, no me emocionaba.
A varias semanas de haberse estrenado en el Teatro de los Insurgentes, tuve la oportunidad de ver "Mamma Mia!", la más reciente producción de Tina Galindo y Claudio Carrera, y confirmé lo que había escuchado y leído por varias redes sociales, que no estaba al nivel del recinto en el que se estaba presentando, que no aportaba mucho, que era aburrida y varios comentarios parecidos.
Entras al recinto y sí, lo ves un poco cambiado, se adaptó la parte de abajo para simular que estábamos en la taberna de Donna, el personaje principal de esta interesantísima historia, en donde se me hizo ridículo hacerlo, gastar dinero en este aspecto cuando se debió de invertir más en el trabajo de interpretación de la mayoría de las figuras que estaban arriba del escenario, de canto, analizar si la escenografía era la correcta y sobre todo, si el feeling de la música te llegaba para ponerte la piel chinita.
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Porque para ser musical, este aspecto es indispensable, estaba un poco emocionado por oír las canciones del cuarteto de Suecia, aunque ya sabía que adaptadas, pero, ¡oooh, decepción!, ni la Obertura, ni la primera canción ("I have a dream"), ni la siguientes 20, hicieron que mi cuerpo se erizara, o sea, en algunas ocasiones, en otras obras, con el simple hecho de sentir la música en vivo percibes una ráfaga de emociones, aquí no sucede, está un poco hueco y qué lástima.
Porque si bien, hay algunos temas que me gustaron, no fue por la mezcla de voz y música, sólo fue por la interpretación del actor o actriz, eso sí, son contadas, lo acepto, pero las hubo, incluyendo, claro, la parte final, que siento yo, fue el mejor momento... musical.
Otro aspecto que no me terminó de convencer fue la escenografía, demasiado simple, y no por eso, porque siento que no aportó nada, se veía bien muy a secas, ese fondo aburridísimo, pero sobre todo, esas puertas movibles que en algún momento me terminaron de cansar, los movimientos se sintieron demasiado repetitivos, y me pregunto, ¿y la creatividad?
Y hablando de imaginación, tengo que mencionar la coreografía en los temas de ABBA, siento que es muy sosa, no impacta, de repente sentía miedo que se tropezarán unos con otros, no me provocó levantarme de mi asiento y aplaudir eufórico.
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Y no es que yo haya odiado la obra porque sí, si desde un inicio no existe realidad, no te acercan a su narrativa, no les crees en sus palabras, el barco empieza a naufragar y lo digo por los primeros minutos del espectáculo, cuando descubrimos a Sophie (Sofía Carrera), hasta que vi el escueto programa de mano físico y después el consistente digital, supe quien era, muy plana, no hay un aporte; y a sus dos mejores amigas (Natalia Moguel y Carolina Heredia), me remitieron a una obra de prepa, así lo sentí.
Después aparece la que debería de ser la principal, Donna (Lisset), pero no lo es, se desdibuja por el escenario, posee limitantes, se queda en el intentó de ser la protagonista, varios de sus compañeros la hacen chiquita, no le creo lo que emite, sus movimientos, no siento que sea una madre con una hija de veinte años, me gusta su voz cuando canta, pero, ¿todo lo demás?
Creo, que quienes tratan de salvar el barco griego son Marisol del Olmo, Alejandro de la Madrid, y sobre todo, Gicela Sehedi, quien con sus caras, comentarios y movimientos ayudan para que refresque un poco el ambiente; el trío aporta, siento que tienen claro, su historia, pero al final, no pueden hacer ellos todo. Y casi todos mis aplausos al final, fueron para ellos, sin duda.
Si después de todo lo dicho, quieres lanzarte a ver "Mamma Mia!" estás en todo tu derecho, eso sí, no te dejes llevar por la zona de abajo, nosotros estuvimos en Beach Club 2, y aunque sí estábamos cómodamente sentados, deberás tener suerte que no te toque una o varias personas de cuerpo diverso/grande en frente para que no te deje "apreciar" lo que quizás te puede gustar... o no.
MAMMA MIA!
Teatro de los Insurgentes
Dramaturgia: Catherine Johnson
Dirección: Jason A. Sparks
Coreografía: Jason A. Sparks
Reparto: Lisset, Alejandro de la Madrid, Marisol del Olmo, Francisco Rubio, Gicela Sehedi, Armando Arrocha, Luja Duhart, Sofía Carrera.