Deshojando La Casa de las Flores

Aceptémoslo, en una familia (numerosa o no) siempre existirán secretos, y el grado de intensidad -y gravedad- es proporcional a la cantidad de dinero, dudas de sexualidad, poder, envidias, frustraciones, infidelidades, por mencionar algunos; y todo esto lo saben muy bien los De la Mora, quienes brillan con luz propia ocultando sus verdades y demostrando apariencias hasta que un día una muerta encontrada en el recibidor de su aparentemente exitosa florería.

Y no es cualquier occisa, la "colgada" fue la amante de Ernesto (Arturo Ríos), el progenitor de esta familia quien esta "felizmente" casado con Virginia (Verónica Castro), con quien crió a Julián (Dario Yazbek), el hijo con problemas de aceptación de su sexualidad; Elena (Aislinn Derbez), una arquitecta  que regresa a la casa con su prometido "negrito"; y la superpodorosa Paulina (Cecilia Suárez), quien trata de resolver todo a todos y además tiene un hijo que se cree Luis Miguel.

Esta premisa es sólo un poco de lo que podrán ver en "La Casa de las Flores", el más reciente lanzamiento de Netflix que de la mano con Manolo Caro deshojan cada uno de los personajes para regarlos y sembrarlos para mostrarnos que nadie es perfecto, que todos podemos cometer errores, una y otra, y otra vez hasta que se marchiten (o florezcan) las relaciones.

Así como yo la tengo con Caro, ya que he visto casi todos sus trabajos y tengo cierto amor/odio con él ya que hizo una de las creaciones (en teatro y en cine) que más me ha divertido como "No sé si cortarme las venas o dejármelas largas" pero también ha realizado otras inconsistencias que me he arrepentido de ver como "Elvira te daría mi vida pero la estoy usando".

Aquí, como nos ha acostumbrado el director los personajes son muy excéntricos, algunos no son lo que parecen y hasta ellos mismos se podrían contradecir pero en ocasiones es parte de la esencia humana y eso lo retrata muy bien en esta comedia llena de humor negro con una gran fotografía y con temas que para muchos podría asustar pero así es la vida, controversial.
Seré honesto, una de las grandes razones por la que vi esta emisión en tan pocas horas fue por Verónica Castro, su simpatía, esos ojos que muestran más allá de lo que su boca puede callar, su manera de moverse en una escena, las palabras que puede emitir y algunas muletillas de "Rosa Salvaje" fueron parte para que su papel quedara digno de mostrarse, admirar y querer más. 

Desde el primer capítulo no soporté la forma de expresarse de Cecilia Suárez, sí, posee varias puntadas muy divertidas a lo largo de la temporada pero en la mayoría de los casos la lentitud de su habla cansaba, sé perfecto que es una de las actrices recurrentes de Caro pero honestamente, la manera de direccionarla en esta serie no terminé muy complacido. Me desesperó.

Cada uno de los actores sabe la forma de desarrollarse, desde el magistral Arturo Ríos hasta mi grata sorpresa de Aislinn Derbez, pasando por un personaje tan meticuloso como lo es de Verónica Langer  y que decir de la participación de Juan Pablo Medina, lo amé.

Cada capítulo de "La Casa de las Flores" nos va asombrando como esta especie de planta se va enredando y creciendo, haciendo que nos envolvamos más en su historia, aunque tengo que mencionar el capítulo final me agradó pero en partes sentí que se "resolvió todo" muy rápido, me hubiera gustado que hubiera más intensidad, más contenido en cada escena y no "cortes" tan rápidos.

Así que si a ti te gustan los giros de tuerca, ver cómo se muestran situaciones incómodas, enredos familiares donde se mezclan el cabaret, las flores, la sexualidad y las drogas, sin duda, esta emisión te gustará, sin duda alguna.


"Tú elegiste a una loca como amante y yo a un pendejo como marido"