¿Qué crees que pase cuando un niño de diez años observa a una pareja (hombre y mujer) desnuda tomando el sol en la playa? Y lo pregunto porque esto le sucedió a Raúl, un infante a quien observamos de una manera contemplativa y muy peculiar, enfrentarse por vez primera a dos personas sin ropa, disfrutando al astro rey, acostados, sin necesidad de "ocultar" alguna parte de su cuerpo.
Y es que la historia de "El Nudista" comienza en este sitio donde el mar se mezcla con la arena y los cuerpos poseen poca o nada de ropa, dependiendo de los miedos, de los tabúes, de la inseguridad, de la autoaceptación, de la libertad que cada uno posee.
Me topé con este cortometraje creado por alumnos de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla y dirigido por Alejandro P. Waudby e investigando un poco más del filme, descubrí que fue estrenado hace más de seis años, y lo peor del caso, es que no lo había visto.
Porque me hubiera gustado verlo antes, y explorar esta parte que muchos ya conocen, porque en definitiva, es un descubrimiento ante la libertad; el corto va llevando durante 14 minutos, de una manera, tal vez, un poco escueta de quien es Raúl, en específico en tres etapas de vida, muy claves para (tratar de) disfrutar el nudismo.
Se aborda, también, la manera en que la sociedad aún rechaza el nudismo, como es satanizado, mal visto y hasta marcado de pecaminoso, por eso creo que es fundamental abordarlo para que se conozca realmente de qué va.
Los trabajos de los actores Leo Aguilar, Manuel Bobis y Carlos Álvarez, quienes poseen en la ficción el mismo nombre, ayudan a contar esta historia que me hubiera encantado que abordara un poquito más algunas aristas, descubrir un poco más del personaje.
El final está de foto, tanto como el inicio, ambas caras, las expresiones y sus anhelos están ahí retratados y eso provoca mucho y seguro ayudará para quienes aún, no se "atreven a experimentarlo".
Agradezco que este tema se toque, y se haya hecho de una manera digna y aunque haya durado muy poco, y siento que la historia hubiera dado para más, me encanta el hecho que se perciba el nudismo con tanta naturalidad, porque al final de cuentas, así lo es.
Y es que no es cosa sencilla despojarse cuando la presión social existe, quizá no lo es para todos, pero lo que sí estoy seguro, es que al menos, una vez en la vida cada quien se debería "arriesgar" a probar a estar sin textiles, a gozar de estar sin máscaras que no ayudan, en la mayoría de las ocasiones, a ser ellos mismos.
"Por fin, me siento realmente libre"
"Era imprescindible despojarme de cualquier máscara y ser auténtico"